Un joven identificado mediante las iniciales N.D.C.R. será juzgado la próxima semana en la Audiencia Provincial como acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa a puñaladas por el que la Fiscalía le solicita una pena de 12 años de cárcel, así como una indemnización de 4.500 euros por las secuelas sufridas por la víctima y otros 5.000 por los daños morales causados.

Los hechos sucedieron a las 09.00 horas del 19 de marzo de 2017 en la confluencia de las calles San Andrés y Rúa Nueva, donde se encontraba un vecino de Oleiros de 20 años de edad que se disponía a tomar un taxi acompañado por su pareja. El informe del fiscal señala que "por motivos desconocidos", el acusado y otros tres jóvenes se acercaron y comenzaron a golpearle, por lo que trató de librarse de ellos entrando en un taxi. En ese momento el acusado le dio tres navajazos en un costado en tres ocasiones, de los que el fiscal destaca que eran "potencialmente letales" por la proximidad de órganos vitales en esa parte del cuerpo.

El herido fue trasladado en estado grave en una ambulancia al Hospital Universitario, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y estuvo ingresado un día, aunque durante otros nueve quedó impedido.

Durán Loriga

Tras la agresión a la víctima, los sospechosos, que tienen edades comprendidas entre los 17 y los 20 años, fueron localizados por la Policía Local en la calle Durán Loriga, ya que los agentes que controlaban en ese momento el tráfico en la avenida de la Marina fueron informados por un taxista de que acababa de cruzarse con cuatro jóvenes que corrían y que uno de ellos portaba un cuchillo en la mano. En el cruce de San Andrés con Rúa Nueva el taxista en cuyo vehículo iba a entrar la víctima les refirió lo sucedido y les dio la descripción de los jóvenes -tres latinoamericanos y un español- quienes fueron localizados por las cámaras de tráfico cuando se disponían a acceder a la calle Durán Loriga desde Santa Catalina.

Los policías advirtieron que uno de los sospechosos sangraba por la mano derecha y tenía la cazadora ensangrentada. Reconocieron que acababan de discutir con un joven, pero negaron la agresión con el arma blanca. Los agentes inspeccionaron la zona y localizaron debajo de un coche estacionado una navaja de tipo mariposa. En un cacheo a uno de los detenidos le hallaron una cuchilla de afeitar y a otro una navaja con restos de sangre en el filo.