Los propietarios del restaurante Árbore da Veira, titulares de la concesión del complejo del monte de San Pedro desde el pasado mes de marzo, proyectan potenciar la actividad del ascensor y el mirador panorámico del parque con el fin de acabar con el déficit que genera su explotación y que debe ser costeado por el Concello, en aplicación del contrato aprobado por el Gobierno de Francisco Vázquez en 2005. La iniciativa forma parte del plan del empresario hotelero José Blanco Castiñeira y el restaurador Luis Veira, que pretende convertir la instalación en un "punto de atracción gastronómica a nivel nacional e internacional" en el que incluyen la obtención de la segunda estrella Michelin aprovechando el atractivo natural que les proporciona el entorno natural en el que se encuentra.

Las medidas diseñadas por Blanco y Veira para acabar con el déficit del ascensor y el mirador incluyen que los cruceristas que llegan a la ciudad visiten el lugar y utilicen el ascensor. En la actualidad son 12.000 los viajeros de este tipo que pasan cada año por el restaurante y el objetivo es que también se conviertan en usuarios del elevador, para lo que es un obstáculo la dificultad que tienen los autobuses para girar en el espacio existente al pie de la máquina.

También plantean que el horario de funcionamiento del ascensor sea más amplio en determinados días del año, para lo que creen necesario estudiar su viabilidad y que se recupere la idea inicial de cobrar por entrar en el mirador panorámico. Blanco recuerda que tras su inauguración en este lugar podía visionarse material audiovisual y que luego se retiró, por lo que considera "razonable que se pueda recuperar y se dote de una cierta dignidad a ese espacio". En su opinión, sería posible "explicar la ciudad desde allí a los visitantes", debido a la visión que se tiene de la península coruñesa.

Otra de las propuestas de los actuales propietarios de Miramar de San Pedro, la empresa concesionaria de las instalaciones, es que una línea de autobús urbano llegue al parque o al pie del ascensor porque "parece muy sencillo prolongar una línea y el coste no debe ser excesivo". La potenciación de las visitas a los cañones de San Pedro y la utilización del parque para la celebración de bodas civiles y otros actos, así como la inclusión del parque de San Pedro en toda la promoción turística de la ciudad, ya que están convencidos de que "si se hace una encuesta no está en la cabeza de los visitantes cuando llegan a A Coruña", son otras iniciativas que han hecho llegar a los responsables municipales.

Para dar una idea del potencial que tienen las instalaciones, mencionan que los datos municipales cifran en 250.000 los visitantes anuales del parque y que si el 20% de ellos entrasen en el mirador y pagasen una entrada de dos euros, el déficit de la concesión no existiría.

A pesar de que reconoce que por parte del Gobierno local la receptividad a su propuesta es "total", Blanco lamenta que las administraciones públicas actúen con lentitud por la necesidad de que existan garantías y, en el caso de esta concesión, por los conflictos surgidos con el anterior gestor de las instalaciones -denunciado por estafa por la Fiscalía en los tribunales- aunque expresa su deseo de que "la conexión entre departamentos municipales fuera más ágil para que se puedan tomar las medidas más urgentes".

La empresa ya ha mantenido además contactos con el Consorcio de Turismo de A Coruña y prevé reunirse de nuevo con su gerente, Lanzada Calatayud, que ya ha llevado hasta San Pedro a turoperadores para que conozcan el proyecto de Árbore da Veira. La iniciativa cuenta además con el respaldo de todos los grupos políticos del Concello, a los que Blanco y Veira han expuesto sus intenciones.

Tras adquirir en marzo Miramar de San Pedro, Blanco y Veira solventaron los problemas laborales que existían con el personal con que contaba la empresa, efectuaron una importante inversión para reformar el restaurante y ajustaron los gastos de limpieza a las exigencias del Concello. Otra iniciativa que adoptaron fue proponer que la rendición de cuentas sobre los gastos de explotación del ascensor y el mirador tuviera periodicidad trimestral en lugar de anual, con el fin de mejorar el control sobre los datos a partir de los cuales se establece si existe déficit en la concesión.

El Gobierno local aceptó la propuesta, pero Blanco destaca que el proceso administrativo para hacerlo efectivo tuvo una duración de casi nueve meses. "El coruñés tiene que sentir que este parque tiene un uso, que sus impuestos se usan adecuadamente y que el déficit es el menor posible o no existe porque el lugar tiene potencial", señala el empresario sobre la reducción de las pérdidas de Miramar de San Pedro, a lo que añade que los propietarios de las instalaciones son los más interesados en este aspecto porque están "muy vinculados a la imagen del parque".

El control de los costes no es la solución para los problemas de la concesión, según Blanco, ya que así seguirá habiendo déficit, por lo que plantea "dar notoriedad a esta infraestructura", ya que muchos coruñeses piensan que el ascensor está cerrado y tienen una "imagen de fiasco y déficit" de ese aparato a pesar de que "no hay ninguna ciudad que lo tenga".