El incremento del precio de la luz en los últimos años en el país, con subidas alarmantes en 2018 -el coste mayorista de un megavatio hora (MWh) alcanzó los 74,58 euros en septiembre-, necesita ser contrarrestado con medidas de consumo eficiente y prácticas sostenibles. Los ayuntamientos se aplican la fórmula para evitar gastos elevados. El Concello de A Coruña registra un ahorro energético de 614.000 euros entre los años 2012 y 2017. En este periodo el Ayuntamiento, según explica el Gobierno local al grupo del BNG en una respuesta a una pregunta del pleno, pasó de gastar 3,32 millones de euros a 2,71 millones: en consumo de electricidad por habitante equivale a un descenso de 82,58 kilovatios hora al año a 75,52.

El Concello resalta además que el servicio de Infraestructuras implanta desde hace años "buenas prácticas en materia de sostenibilidad" en el alumbrado público. Los proyectos redactados y las obras acometidas en esta línea han tenido como objeto reducir el envejecimiento natural de las redes de alumbrado, de manera que la edad media de la instalación, según el Gobierno local, ha bajado de los 22,3 años de antigüedad en 2012 a 16,2 años en 2018.

Una de las razones que explican el alza de los precios de la energía, sobre todo este año, es la menor aportación que han tenido las energías renovables durante los meses de verano. Al ser más baja que otros años la producción de la energía eólica y la energía hidráulica ha sido mayor la dependencia del gas y del carbón, lo que ha hecho aumentar los precios. La nueva contratación del suministro eléctrico por parte del Concello, actualmente en fase de licitación, obliga a las compañías comercializadoras a que toda la energía que se abastezca en los dos próximos años sea de origen renovable al cien por ciento.

El Ejecutivo local asegura al grupo municipal del BNG en su respuesta que está a punto de iniciar la instalación de luminarias led de alta eficiencia con sistema de telegestión punto a punto en el polígono empresarial de A Grela. Esta medida constituye un intento de consolidar el uso de las energías renovables en los polígonos con el fin de "ofrecer una iluminación más justa, flexible y adaptativa", que tiene en cuenta "factores como la contaminación lumínica, el confort visual y la eficiencia energética".

Los cuadros de mandos telegestionados han aumentado un 87% en los últimos cinco años y los cuadros a tanto alzado han disminuido un 79%. Como consecuencia, los kilovatios de potencia han descendido un 10% y el consumo anual por habitante -con 244.099 personas en el censo en 2017- ha caído un 8,55%.