Cuarenta y un años después de la apertura del polígono de Pocomaco, el Concello da uno de los últimos pasos para hacerse con la gestión de los viales que lo atraviesan, que desde entonces siguen siendo propiedad de las empresas allí asentadas, por lo que deben encargarse de su mantenimiento y de los costes de sus instalaciones. Antes de efectuar el trámite de la recepción de estas calles en el patrimonio municipal, el Gobierno local contratará un estudio técnico sobre el estado de las infraestructuras existentes en ellas, una labor a la que dedicará 58.000 euros y que se desarrollará en el plazo de tres meses a partir de su adjudicación.

Los trabajos afectarán a las redes de aguas fecales y pluviales del polígono, la del alumbrado público y las canalizaciones municipales. El estudio analizará también la situación en la que se encuentran las zonas ajardinadas, el mobiliario urbano, la señalización horizontal y vertical, además del pavimento de los viales que estén incluidos en el sistema local de red viaria. El informe dedicará una especial atención en estas calles a los posibles casos en los que se advierta el incumplimiento de la normativa sobre accesibilidad.

Entre las pruebas que el Concello exigirá a la empresa que efectúe el trabajo figura la de la estanqueidad de las conducciones de saneamiento en el 10% de su extensión para comprobar si existen pérdidas, además de la inspección de las canalizaciones mediante videocámaras, para lo que se exigirá que las tuberías y los pozos hayan sido limpiados previamente y que el nivel del agua no supere el 20% del grosor de la conducción.

En la red de alumbrado se llevará a cabo una auditoría sobre la documentación existente de las instalaciones y otra sobre el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad industrial. También se evaluará que los puntos de luz cuentan con la luminosidad necesaria, así como que cumplen los criterios de eficiencia energética. El trabajo proporcionará al Concello planos de todas las infraestructuras analizadas con datos sobre su estado y las deficiencias apreciadas, así como una valoración del coste de su reparación.

El traspaso al Concello de los viales del polígono es una vieja aspiración de los empresarios de Pocomaco, ya que con esta iniciativa quedarían liberados del gasto de su conservación, tarea que la administración municipal puede efectuar con el respaldo económico de otras administraciones públicas, al que este colectivo no puede aspirar por tratarse de una propiedad privada.

Este hecho condiciona la vida diaria en Pocomaco de múltiples formas, como la imposibilidad de solicitar vados para impedir el aparcamiento a la entrada de las naves o que la seguridad del polígono tenga que correr a cargo de los propios empresarios. Cuando se construyó el vecino polígono de Vío, las empresas de Pocomaco expresaron su temor a soportar una mayor presión de tráfico, que por entonces ya congestionaba los viales, al carecer ese nuevo asentamiento de un acceso propio, por lo que amenazaron con prohibir el paso por el mismo si no se creaba un vial nuevo para llegar hasta ese lugar.