La reducción de los precios del autobús urbano que aprobó el Gobierno local el pasado mes de septiembre sin negociarla con la Compañía de TranvíasCompañía de Tranvías no necesita el beneplácito de la Comisión de Prezos de Galicia, dependiente de la Xunta, como pensaba el Ayuntamiento hasta ayer. En el transcurso de una reunión oficial, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, informó al alcalde, Xulio Ferreiro, de que este organismo, que se reunirá esta tarde, autoriza las subidas de las tarifas de los buses, pero no las bajadas. El Concello tiene, por tanto, vía libre para implantar una rebaja de diez céntimos en el billete ordinario (bajaría de 1,30 a 1,20 euros), el bonobús (pasaría de 0,85 a 0,75 euros) y el billete social para universitarios, parados, jubilados y discapacitados (de 0,33 a 0,23); además, los niños de hasta 14 años viajarán de manera gratuita y tampoco pagará quien haga transbordos.

El Concello esperará a contar con la comunicación oficial de que la Xunta no debe darle la autorización en este asunto para implantar las nuevas tarifas reducidas, según matizó ayer Ferreiro. El regidor apuntó que prevé que sea "cuanto antes" y no dio una fecha porque aún hay ajustes técnicos que finalizar en las tarjetas Millennium.

La asesoría jurídica de la Xunta analizó la documentación remitida por el Concello tras aprobar la rebaja de las tarifas del bus urbano en una Junta de Gobierno Local de septiembre y hace unos días emitió un informe que señala que la Comisión de Prezos no tiene la necesidad de dar permiso a la propuesta municipal al tratarse de una bajada de precios. El orden del día del organismo, del que forman parte varias consellerías y representantes de los empresarios, las cámaras de comercio, los consumidores y los empresarios, incluye este informe, según apuntan fuentes de la Xunta.

Con la rebaja de tarifas el Concello, apoyado en un informe que encargó a la Universidad que concluye que Tranvías obtuvo en 2016 "un exceso de beneficio razonable" -entre 3,7 y 4,8 millones de euros-, pretende aplicar un recorte en las ganancias de la empresa. La compañía presentó 15 alegaciones al acuerdo del Gobierno local por el que se aprobó la reducción de los precios, entre otras razones porque el contrato, que se prolongó sin concurso en 1986, dejó atado que cualquier revisión de los precios fuese siempre al alza.

Las tarifas del bus urbano pasaron de refilón en el encuentro de ayer entre Ferreiro y Feijóo, en el que los máximos responsables de los gobiernos local y gallego abordaron asuntos que competen a ambas administraciones, y para los que se comprometieron a estudiar cuestiones que agilicen plazos o desatasquen trámites.

Intermodal. Los tiempos se han alargado después de que la Xunta y el Concello discrepasen durante meses sobre la ejecución del proyecto, que ha derivado en la licitación de un nuevo plan para integrar la nueva estación de autobuses en la intermodal coruñesa. Infraestruturas calcula que las obras no comenzarán hasta finales de 2022 o principios de 2023. Ayer Ferreiro y Feijóo avanzaron que buscarán una fórmula para acortar esos plazos, que pasaría por dos vías: tramitar la intermodal por la ley de obras de interés público o con una modificación puntual del plan general municipal. Se podrían "ganar unos meses", estima Feijóo, entre tres y seis, añade. "Tenemos hasta diciembre de 2019 para decidir lo que procede". El presidente, que apremió a "cerrar el convenio cuanto antes para concretar responsabilidades", aclaró que los técnicos de la Xunta creen que es "más rápido" el cambio en el planeamiento ya que la tramitación por ley obliga a tener finalizado el proyecto básico, al contrario que mediante la modificación puntual.

Escuelas infantiles. Ferreiro planteó a Feijóo la delegación al Concello de las competencias sobre las escuelas infantiles para crear una red con todos los centros con niños de 0 a 3 años. De este modo, apuntó el alcalde, el Ayuntamiento podría construir "con urgencia" dos nuevas escuelas. La ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local, conocida como ley Montoro, restringió capacidades de los concellos, entre ellas la de ejercer competencias impropias, es decir, distintas de las que la ley de bases del régimen local original establecían como propias; una de ellas eran las escuelas infantiles, explican fuentes municipales. Feijóo avanzó que la Xunta estudiará la propuesta, sin precedentes en Galicia, que supondría un cambio de estatus del personal de los centros educativos.

Nuevo hospital. El "proyecto estrella" de la Xunta, recalcó Feijóo, con el que, como mínimo, la inversión autonómica en la ciudad alcanzará en los próximos años los 260 millones de euros. El presidente calcula que "en el próximo semestre" podrá determinarse de qué manera se ampliará el nuevo Hospital de A Coruña en 50.000 metros cuadrados: en su ubicación actual y ocupando terrenos adyacentes o en un nuevo emplazamiento. Ferreiro ofreció "la máxima disposición del Concello a colaborar". Feijóo avanzó mejoras en instalaciones sanitarias por 11,4 millones.

Muelles. Cada administración defendió su postura, a la espera de que el Gobierno central del PSOE mueva ficha en aspectos como la negociación de los convenios de 2004 que definen la financiación del puerto exterior con la venta de los muelles urbanos, para la que el delegado del Gobierno anunció en octubre la reunión de una comisión que aún no se ha convocado. La Xunta respalda su acuerdo con Fomento para garantizar el coste de la ejecución de la conexión ferroviaria al puerto exterior con 140 millones de euros que el Gobierno central del PP no incluyó en el presupuesto estatal y con la aportación de 20 millones propios "para recuperar para la ciudad" los muelles interiores. El Concello apela de nuevo a la necesidad de "encontrar un marco de colaboración entre administraciones", que el alcalde considera apropiado a través de un consorcio.

Área metropolitana. Un objetivo "sin avances" que preocupa a Ferreiro y que ha aplazado al próximo mandato, si lo conserva. El alcalde fía el desarrollo de la constitución del área a la integración de los transportes urbano e interurbano y al proceso de renovación de las concesiones que afronta la Xunta en 2019, "con 1.200 líneas y 30.000 paradas". Feijóo no incluye el área entre las cuestiones prioritarias de su gobierno y en todo caso demanda acuerdos entre los ayuntamientos. El presidente gallego digiere como "un éxito" la penetración en la ciudad de los autobuses metropolitanos, con el que cifra un aumento de viajeros del 10% en el primer año de implantación.

Viviendas. El programa autonómico Rexurbe, anunciado para la ciudad desde el año pasado, depende de la aprobación de la ley de rehabilitación, todavía en tramitación y que a lo largo de 2019 pasará por el Parlamento. Cuando supere este paso, se aplicará con preferencia en la zona del Orzán, donde la Xunta prevé comprar edificios en estado ruinoso o semiruinoso para rehabilitarlos y venderlos. Feijóo invitó a Ferreiro a que incorpore a la ciudad al programa gallego de viviendas vacías, al que el Concello renuncia a sumarse porque no lo considera adecuado. En la comarca, este plan, como informa hoy este diario, no ha logrado ningún alquiler social en dos años.

Novo Mesoiro y Amizar. Dos proyectos que avanzan despacio para dan nuevos pasos. Feijóo aseguró que van a comenzar "ya" las obras del colegio de Novo Mesoiro, que estará operativo en el curso 2020-21. Hace diez días la Xunta pidió licencia al Concello para el centro Amizar de colectivos sociales en la calle Gregorio Hernández.