El vídeo grabado por los Museos Científicos Coruñeses en el que se ve al tiburón toro Gastón merendándose a un pargo de 9 kilos ha triunfado, ya que pone de manifiesto la voracidad de estos animales y el tamaño de sus fauces. Cuando la noticia llegó a Madrid, una de las televisiones nacionales no dudó en reflejarlo en sus informativos, pero el nombre del centro en el que se aloja el escualo le jugó una mala pasada. Y es que el hecho de llamarse Aquarium Finisterrae hizo que el redactor de la noticia pensase que la instalación se encuentra en Finisterre, la denominación castellana de Fisterra, y no en A Coruña.