Las ocupantes de un vehículo sufrieron ayer a las 15.40 horas un accidente en la tercera ronda, en concreto en el punto donde en lo que va de año se han producido más percances automovilísticos, once, entre los viaductos de Severo Ochoa y Baños de Arteixo, a la altura del centro comercial Marineda City. El coche, que circulaba en sentido salida de la ciudad, impactó contra la mediana del vial de circunvalación y como consecuencia del choque las dos mujeres que viajaban resultaron heridas de levedad y tuvieron que ser atendidas por una ambulancia del 061 y trasladadas el Complejo Hospitalario de A Coruña. Una de las heridas, S.M.N., tiene 22 años; la otra responde a las iniciales X.Q.C., según el parte policial del accidente. Al lugar se desplazaron también efectivos de la Policía Local y del cuerpo de Bomberos.

El suceso es al menos el undécimo que se registra este año en este punto negro de la tercera ronda, en el que el Concello redujo el pasado mes de junio, tras ocho sucesos anteriores desde enero, la velocidad de 80 a 60 kilómetros por hora y reforzó las señales de peligro.

El décimo accidente se produjo también ayer, por la mañana, sobre las 11.45 horas: otra mujer, que también tuvo que ser llevada al complejo hospitalario coruñés, sufrió heridas leves en una salida de vía en la misma zona cuando el coche entraba en la ciudad. Se desconocen los motivos del percance.

Con las tres mujeres trasladadas ayer por ambulancias son siete los heridos en este punto de la tercera ronda desde que empezó el año. En 2017 se produjeron un total de 19 accidentes y el año anterior, diez.

Fuentes de la Policía Local señalaron a este diario en junio que la mayoría de siniestros se deben a la combinación de dos factores: el exceso de velocidad y que algunos conductores al pasar por encima de las juntas de dilatación del viaducto instintivamente pisan el freno, ya que en el interior del coche se percibe como si diese un salto; esto propicia que las ruedas traseras patinen y los conductores pierdan el control, lo provoca que haya accidentes. Los agentes explicaban que estos incidentes no sucederían si se respetase el límite de velocidad, que entonces era de 80 kilómetros por hora y desde el verano se ha rebajado a 60.

El área de Mobilidade ha analizando posibles acciones con el fin de que los vehículos reduzcan la velocidad. En junio informó de que meditaba instalar un radar, medida que no ha hecho.