El Diccionario de la Real Academia de la Lengua afirma que el adjetivo "vacío" se refiere a algo "falto de contenido físico o mental". Con mucho de cerebral, una treintena de expertos arrancaron el proyecto Empty Coruña? buscando dónde había huecos tangibles en la ciudad. Nació como una reflexión sobre las consecuencias de la crisis económica y para lanzar al aire la pregunta de cómo la ciudad podía resolver estos vacíos, pero la investigación está abarcando mucho más y se proyecta hacia el futuro. El profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidade da Coruña Plácido Lizancos, que dirige la escuela de verano bajo el mismo nombre, explica cómo la idea partía de encontrar espacios sin uso en toda la comarca coruñesa y cómo, al comenzar a hacer la identificación de los lugares, se acotó a la ciudad y a los concellos más cercanos.

Y es que, solo con este radio de acción, los expertos tienen detectados más de 2.000 casos y son conscientes de que puede que existan muchos más. Los tienen divididos en siete categorías desde las ruinas, los edificios abandonados; aquellos que no tienen inquilinos; los que están habitados pero no hay comercios en sus bajos; los esqueletos, es decir, los que su construcción se paralizó; los solares en medio de la ciudad y los terrenos en lugares ya urbanizados. Cientos de situaciones a las que aún no han dado motivos, pero que pueden ser variados, como la quiebra de empresas, el desinterés, la falta de expectativas o la inacción.

Los edificios abandonados son los más numerosos, con 460 casos documentados, y los que están finalizados pero sin uso, los que menos, con 66 construcciones. Entre los lugares, destaca que los que están en mal estado copan la zona centro de A Coruña, por ser la que concentra los inmuebles más antiguos, y que en O Ventorrillo, Barrio de las Flores, Elviña y Ensanche no se detecta este tipo de anomalía.

El estudio está siendo presentado en congresos a nivel internacional y el curso de verano tuvo lista de espera por lo que Lizancos avanza que tendrá "un largo recorrido". Aún sin haber decidido un próximo paso, el arquitecto pretende detallar los casos y ampliar el radio de acción, pero siempre "sin interferir en la acción política".

En el equipo participan no solo arquitectos, sino sociólogos, economistas, ecologistas, historiadores o geógrafos, para dar una visión completa de qué está pasando en las calles de la ciudad y su comarca y qué se puede hacer para remediarlo. Porque muchos de los solares o edificios llevan pocos años en un estado de desuso o vacío, pero otros sufren el desgaste del tiempo clamando por su utilización. Es el caso más simbólico de la lista: la antigua cárcel provincial, a los pies de la Torre de Hércules.