"Es cuestión de tiempo que se caigan". Según el estudio hay 188 edificios en ruinas en la ciudad y, como prevé Lizancos, sin actuaciones de conservación, rehabilitación o reconstrucción, muchos de ellos acabarán cayéndose sobre el solar que le sustenta. Ha pasado en varias ocasiones que los inmuebles de este tipo pongan en peligro la seguridad vial o peatonal y justamente esta semana, el lunes, la Policía Local tuvo que cortar la Estrecha de San Andrés porque la galería del número 11 amenazaba con caerse sobre la acera. Son construcciones "estropeadas" por el paso del tiempo que provocan "problemas" en distintos puntos de la ciudad, bastante concentrados en Ciudad Vieja y Pescadería, donde se aglutinan los edificios más antiguos de la ciudad. También por eso están ubicados en zonas "muy atractivas" que podrían, con un labor profunda, convertirse en viviendas valiosas, añadiendo a las antiguas casas condiciones de habitabilidad como, por ejemplo, ascensores. Alguno de estos casos también son "ruinas provocadas", en las que los propietarios dejan caer lo que queda de estructura para poder construir de inicio, sin los requisitos que marca el plan urbanístico especial para la zona antigua.