La moción del PP presentada por Begoña Freire tenía la finalidad de exigir al Gobierno local "hacer los deberes" para agilizar la ampliación de la avenida de Alfonso Molina, pero finalmente se convirtió en un debate sobre la necesidad de la propia obra. Desde BNG y PSOE defendieron que convertir el vial en una "autopista" no era la solución y apuntaron a que, finamente, la ciudad actuaría de "cuello de botella". Apostaron ambos partidos por el transporte público, el tren o el Vial 18 para mejorar el tráfico en vez de "más carriles" y se abstuvieron en la votación. Para sorpresa de los presentes, Marea Atlántica apoyó la iniciativa del PP porque, según el edil Daniel Díaz, "han asumido los cambios que hicimos en el proyecto". Así, se congratuló de que, con su "llegada" al Gobierno local, se incrementó la inversión en la obra y se introdujeron mejoras en movilidad y en paisajismo en la zona.