El acusado de apuñalar hasta la muerte a un hombre el pasado 8 de enero junto a la Institución Benéfico-Social Padre Rubinos ha asegurado hoy durante el juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña que no recuerda haber atacado a la víctima y achaca la situación a "un arranque de ira" o "un ataque esquizoide".

"Había bebido dos litronas, fui al centro a por una documentación y no me atendieron, después no sé qué pasó", ha señalado ante la jueza instructora y el jurado popular este varón, JM.L.C, acusado de un delito de asesinato y para el que la Fiscalía pide 17 años de prisión y ocho de libertad vigilada.

El acusado, al que conocían como "El Inglés", había estado viviendo durante 25 años en Londres, hasta que el pasado mes de diciembre fue expulsado de Reino Unido y se desplazó hasta A Coruña, donde se alojó en Padre Rubinos del 29 de diciembre al 4 de enero y volvió el 8 de enero, cuando se produjeron los hechos.

La defensa ha pedido la absolución para JM.L.C. al entender que "no era consciente de sus actos", ya que estaba diagnosticado de esquizofrenia paranoide y trastorno límite de personalidad, presentaba un consumo crónico de alcohol y otras drogas, y no había estado tomando su medicación con regularidad antes del ataque.

Ante las preguntas de la Fiscalía, el acusado ha relatado que había estado bebiendo cerveza en un parque cercano hasta las 15.30 horas y después se dirigió a Padre Rubinos, donde se produjo el ataque y en el que ha reiterado que no intercambió ninguna palabra con la víctima antes del mismo.

El acusado, al igual que el jurado popular, vio las imágenes de la cámara de seguridad, en las que se observa con claridad el apuñalamiento, y también son visibles los momentos previos y posteriores, en los que abandona la escena caminando con normalidad; pero, con todo, ha asegurado "no recordar bien ese momento".

Sí rememora en cambio haber salido caminando y, una vez fuera de Padre Rubinos, echar a correr y, más tarde, esconderse "por miedo a represalias de la familia de la víctima, que era gitano", hasta que fue encontrado por la policía alrededor de las 23.30 durmiendo en un domicilio particular "después de haber bebido cuatro o cinco latas".

La Fiscalía ha manifestado en diversas ocasiones su extrañeza "porque el acusado recuerda perfectamente los momentos previos y posteriores al ataque, algo que no es habitual ante ataques de ira".

La comparecencia del acusado fue seguida por la de otro usuario del centro, amigo de la víctima, que presenció los hechos de cerca, ya que estaba hablando con S.M.C. en los instantes previos a la fatídica agresión.

"Habíamos terminado de comer y salí a fumar; al rato llegó el acusado, intercambió unas palabras con S.M.C., se giró, sacó una navaja y se la metió", ha relatado el testigo, quien señaló que "se veía claramente que JM.L.C. iba borracho y empastillado".

También han comparecido varias trabajadoras del centro, que han señalado que S.M.C., usuario habitual, era "conocido y muy querido por todos", mientras que JM.L.C. "no se relacionaba y presentaba un comportamiento habitual asociado al consumo de alcohol, y los trastornos mentales".

"JM.L.C. se había traído su medicación de Inglaterra, nosotros la guardábamos pero no le habíamos asignado pautas, ya que estábamos esperando a un examen psiquiátrico", ha declarado una educadora social del centro, quien ha apuntado que "acudía a tomar la medicación a diferentes horas y a veces no lo hacía o aparecía borracho y no se le daba".

La jornada ha concluido con la declaración de varios agentes de policía que participaron en el dispositivo de búsqueda y detuvieron al acusado, así como con la intervención de dos familiares de S.M.C., que relataron las dificultades materiales que les ha supuesto su fallecimiento.

La acusación ha pedido una indemnización de 99.496 euros para cada uno de los tres hijos de la víctima, dos de 44.220 para sus padres y otras seis de 16.582 euros para sus seis hermanos, lo que supone un total de 368.428 euros.

El juicio se reanudará mañana con la presentación de los informes periciales (dos psiquiátricos y uno psicológico) y está previsto que concluya el jueves, con la deliberación y el veredicto del jurado popular