El acusado de matar a un usuario del albergue de Padre Rubinos el pasado mes de enero, J.M.L.C., declaró ayer en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial que no recuerda haber apuñalado de forma mortal a Sebastián Míguez Chaves y atribuyó el ataque a un "arrebato" causado por la esquizofrenia paranoide que dice padecer desde hace años, por lo que se declaró inocente.

Las preguntas del fiscal le hicieron incurrir en contradicciones, ya que tras haber afirmado que no recordaba haber agredido a la víctima, luego manifestó que no quiso acudir al Hospital Universitario a interesarse por su salud por temor a las represalias de su familia, lo que llevó al representante del Ministerio Público a recriminarle que solo recordara "lo que le favorece". Sobre su enfermedad mental, el fiscal detalló que el informe de los psiquiatras forenses menciona que la "exagera" para justificar sus actuaciones conflictivas.

El acusado aseguró que antes de llegar a Padre Rubinos había bebido "dos litronas de cerveza" y que en una de ellas le introdujeron alguna sustancia que le hizo que le afectara más. Pero ningún testigo declaró que mostrara síntomas de embriaguez y el fiscal incidió en que la grabación de las cámaras de seguridad refleja que sus movimientos eran normales. Tampoco nadie vio que hablara con la víctima antes de que la atacara, aspecto que la defensa considera una prueba de que la agresión carece de móvil y se debió a un brote psicótico.

J.M.L.C. explicó que vivió durante 25 años en el Reino Unido, donde trabajó hasta que le diagnosticaron una enfermedad mental que le permitió cobrar una pensión. El fiscal indicó que tiene 19 antecedentes delictivos en aquel país, aunque él negó haber cometido varios de ellos, como agresiones a policías. Según su versión, en 1999 fue cuando le indicaron que padecía esquizofrenia y le recetaron un tratamiento que combinó con el consumo de alcohol y drogas porque dijo no ser consciente de que era incompatible con esas sustancias.

Su regreso a España estuvo motivado por un incidente judicial en Gran Bretaña y decidió venir a A Coruña porque aquí reside su madre, aunque no convive juntos por desavenencias, lo que le llevó a alojarse en Padre Rubinos, aunque fue expulsado del refugio por abandonarlo durante la noche saltando el muro. El 8 de enero volvió allí para que le devolviesen la documentación médica que había depositado, aunque la educadora social que le indicaron que debía esperar. Eso hizo que se pusiera nervioso, según corroboraron las educadoras sociales del centro.