El hombre al que la policía busca en A Coruña como el autor de tocamientos a jóvenes menores de edad en las últimas semanastocamientos a jóvenes menores de edad suele actuar en el portal de sus viviendas a primera hora de la tarde, cuando regresan del colegio, según las declaraciones prestadas por las víctimas. El Cuerpo Nacional de Policía ha recibido hasta el momento cuatro denuncias por hechos de este tipo ocurridos en las últimas semanas en la zona de As Atochas y Monte Alto, mientras que desde el pasado fin de semana se presentaron tres más, aunque referidas a abusos cometidos en el entorno de Juan Flórez y A Falperra, como adelantó ayer LA OPINIÓN.

Las víctimas son niñas de entre 13 y 16 años a las que el hombre aborda en el momento de entrar al portal, donde procede a efectuarles tocamientos y luego huye para evitar ser capturado. La presentación de las denuncias permitió averiguar que el supuesto autor de todos estos hechos es la misma persona, un hombre con una edad comprendida entre los 40 y los 45 años con una estatura aproximada de 1,75 metros y el pelo corto que algunas veces utiliza gafas.

Estos datos llevaron a la policía a poner en marcha un dispositivo especial para intentar atraparlo, aunque el hombre cambió de área de actuación en los últimos días, lo que dificulta la labor de los agentes de la Brigada de la Policía Judicial y de la Unidad de Familia y Mujer que intervienen en la búsqueda del sospechoso, cuya intensa actividad delictiva en un periodo de tiempo tan corto y en una misma localidad lleva a pensar que se trata de un trastornado.

El hecho de que el individuo aproveche el momento en que las menores regresan al domicilio familiar en las primeras horas de la tarde tras salir del centro educativo en el que estudien lleva a la policía a recomendar que no realicen solas ese trayecto para evitar ser sorprendidas.

También se aconseja a las jóvenes que desconfíen de desconocidos que traten de entrar en el portal de su casa al mismo tiempo que ellas y que si perciben que algún adulto las sigue por la calle, intenten entrar en algún comercio y expongan al personal sus sospechas, así como que le soliciten que avisen a sus padres en caso de que no dispongan de un teléfono móvil.

La divulgación de estos abusos por parte de las familias de las víctimas entre sus amistades y allegados permitió que la noticia se propagase por la ciudad en los últimos días.