El edificio número 9 de la plaza de Ourense se convertirá en los próximos meses en una residencia de mayores dependientes que será gestionada por la Fundación San Rosendo, entidad a la que el Arzobispado de Santiago cedió el inmueble, con cuya propiedad se hizo tras recibirlo en herencia, según explican fuentes de la fundación.

El Arzobispado recibió el legado con el compromiso de que destinara el inmueble a una residencia de ancianos, lo que llevó a las autoridades eclesiásticas a confiar este cometido a la Fundación San Rosendo, que gestiona numerosos centros de este tipo en Galicia, en especial en la provincia de Ourense, aunque ninguno en la ciudad coruñesa.

La reforma del edificio -con cinco pisos y planta baja, además de una fachada con galerías- para que acoja la residencia, que contará con 45 plazas para mayores que no puedan valerse por sí mismos, se ha retrasado con respecto a los planes previstos, según indicó la Fundación San Rosendo, debido a que es necesario efectuar una prospección arqueológica en el subsuelo de la finca que se llevará a cabo en enero. La Fundación prevé invertir tres millones en la rehabilitación y dotación del inmueble.

Una vez que concluyan esos trabajos, las obras comenzarán lo antes posible. La ubicación del terreno en la zona en la que se hallaban las antiguas defensas de la ciudad hace posible la aparición de restos de lo que se conocía por Puerta de la Torre de Abajo y que los sondeos tratarán determinar si afectan a esta parcela.