La tala de árboles en el entorno de Alvedro no es la solución para evitar los desvíos de vuelos que se producen en la actualidad, según responde el Gobierno central a la diputada en el Congreso de En Marea Yolanda Díaz en relación con el problema que padece el aeropuerto coruñés. Según el Ejecutivo, el relieve del terreno es lo que "determina el orden de magnitud de los mínimos operacionales indicados en las cartas de navegación", en alusión a las circunstancias en las que los pilotos toman la decisión de no aterrizar en circunstancias atmosféricas adversas.

En la respuesta detalla que la eliminación de los árboles "solo podría suponer un pequeño descenso de los mínimos de aproximación", por lo que tendría una "insignificante incidencia en los desvíos". La empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) adjudicó el pasado mayo los trabajos para talar 58 árboles dentro del recinto de Alvedro para mejorar la visibilidad en la pista, de los que veinte eran de gran tamaño. Pero esos ejemplares no son los que influían en los desvíos, sino que están situados en el exterior del complejo.

La plataforma Alvedro Vuela Más Alto asegura que esos árboles fueron plantados sin autorización porque desde 1972 esa zona está afectada por las servidumbres aeronáuticas y que la Agencia Española de Seguridad Aérea contestó a la pregunta de un ciudadano que desconocía la existencia de esos obstáculos. El colectivo detalla que tres de esos árboles tienen una altura tan destacada que fuerzan a los pilotos a decidir abortar el aterrizaje mucho antes de lo que se hacía en el pasado, pero AENA no puede tomar medidas sobre ellos porque se encuentran en terrenos privados, por lo que solicitó al Concello de Culleredo que exija a su propietario que los tale.

La estadística sobre los desvíos es otro de los asuntos abordados en la contestación gubernamental, en la que se advierte de que deben tomarse con precaución porque las actualizaciones de la normativa sobre las operaciones aéreas hacen mayor incidencia en los aspectos de seguridad. Esto hace que las causas sobre los desvíos que se publicaron antes del año 2008 pueden deberse a criterios diferentes a los actuales, en los que los márgenes de seguridad que se exigen a los pilotos son más elevados. También se hace referencia en la respuesta del Gobierno a la parlamentaria Yolanda Díaz al tendido eléctrico próximo a la cabecera de la pista más alejada de la ría, del que se dice que "no supone un obstáculo" por encontrarse por debajo del umbral de la pista.

En cuanto a las torres de iluminación que suponen un problema para la operatividad de los aviones, se advierte de que son necesarias para cumplir la normativa, de forma que su supresión "supondría graves incumplimientos en materia de seguridad".

Según el Gobierno, el desplazamiento efectuado en el umbral de la cabecera situada junto a la ría tenía por objetivo adecuarse a las exigencias de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y permite disponer de un margen adicional a los aviones en las operaciones de aterrizaje y despegue. Las pruebas realizadas revelan además que tanto los aparatos que operan ahora en Alvedro como los que lo harán en el futuro -los Airbus 320 y 321- "podrían operar las rutas establecidas y las potenciales sin presentar limitaciones en la carga máxima que pueden transportar".