"Estamos olvidados". Los vecinos de Bens se rebelan contra la inacción municipal que, dicen, dura décadas. Piden una plaza con juegos infantiles, aceras o sendas peatonales hasta la playa y el parque de la zona, pero, sobre todo, les preocupa que las ambulancias no puedan circular por sus estrechas calles. Es por esto que, tras una reunión con el Concello, han iniciado, con su propia iniciativa y esfuerzo, contactos con una decena de propietarios de fincas para que cedan parte de sus terrenos, entre un metro y medio y dos metros, para ampliar los viales.

El presidente de la entidad vecinal, Antonio Conde, alerta de que hay muchos mayores en el núcleo y hasta una mujer de 104 años. "Las ambulancias tienen que quedarse en la rotonda de entrada al pueblo, donde da la vuelta el autobús, e ir a buscar a la persona", denuncia. El Gobierno local, apunta, descarta la expropiación de los metros necesarios para las obras por falta de presupuesto pero promete realizar los trabajos si cuentan con la titularidad de los terrenos. Por ahora, explica Conde, los dueños -que en su mayoría no viven en el barrio- están dispuestos a ceder el espacio. A cambio, añade, la administración local les construiría un muro de bloques como cierre. Y es que algunos solares están delimitados por acumulaciones de piedras de hace más de medio siglo, suponiendo un problema de seguridad con caídas constantes a la carretera, añade el dirigente vecinal.

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Dos metros para una ambulancia en Bens

Representantes del Ejecutivo local, en un encuentro hace alrededor de un mes, prometieron, además de la extensión del vial, construir aceras y desarrollar la recogida de pluviales. Aunque esta situación se repite en los núcleos de Comeanda o Mazaido, las obras comenzarían en Bens, donde, alerta Conde, "la situación es más complicada". La asociación vecinal pretende cerrar los acuerdos de palabra con los dueños de terrenos para que en enero arranque la tramitación por parte del Ayuntamiento.

La falta de cuidado de los espacios públicos es otra de las quejas que tienen en el barrio. "No hay mantenimiento, las cunetas están sin limpiar y el barrendero pasa cada quince días", reclama el portavoz de los vecinos, que apunta que ya se han registrado accidentes. Relata cómo un médico que acudía a realizar atención a domicilio se cayó por la calle a causa del verdín de la calzada hace pocos días. "Nunca se nos ha tratado como nos merecemos", lamenta Conde.