La obtención ayer por parte de la cooperativa A Carnocha de la licencia de primera ocupación del edificio que construyó en el parque ofimático convertirá a ese inmueble en el primero que será habitado en ese polígono, donde los miembros de esta entidad iniciaron el proyecto hace ahora diez años y habían concluido las obras hace dos. El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, firmó ayer el documento después de que la cooperativa recibiera el pasado lunes el certificado de que ya dispone de suministro eléctrico, imprescindible para la concesión del permiso para habitar las viviendas.

Ese trámite no es el último que deberán efectuar los propietarios de los pisos, que aún deberán obtener la calificación definitiva de vivienda protegida por parte de la Xunta y que tendrán que escriturarlas ante notario y formalizar las hipotecas, pero implica un avance muy notable que allana el camino hacia la entrada en los domicilios para habitarlos. Los cooperativistas calculan que a mediados de enero podrán residir ya en las viviendas, aunque en los días previos efectuarán la mudanza y los trabajos necesarios para garantizar que todo funciona de manera adecuada.

Otra de las cooperativas, Cofuncovi, está muy próxima a recibir la licencia de primera ocupación, ya que también dispone del documento que certifica su conexión a la red eléctrica, por lo que será el segundo edificio que podrá habitarse. El tercer edificio ya terminado, de Sociedade Cooperativa Galega Parque Ofimático, todavía no ha llevado a cabo esos trámites, pero será el tercero en seguir este camino.

Cofuncovi dispone de otro inmueble en el ofimático que aún está en construcción y la Xunta comenzó el lunes las obras del de viviendas sociales que se sumará a los proyectos privados puestos en marcha en el nuevo barrio.

Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló hace ahora tres años la adjudicación del contrato de urbanización del ofimático al apreciar irregularidades en el proceso, lo que obligó al Concello a paralizar las obras. Para solventar el problema se optó por elaborar un proyecto para urbanizar únicamente la zona indispensable para que pudieran habitarse los edificios de las cooperativas, tras lo que comenzaron las obras, cuya ejecución terminó meses después de lo previsto. La retirada de torretas eléctricas y la conexión de los inmuebles a la red fueron los últimos obstáculos, que para A Carnocha terminaron ayer.