La empresa concesionaria de la estación marítima del Puerto, Corunna Cruise Terminal, comprará una terminal desmontable para poder atender a varias escalas de cruceros a la vez. Este mismo verano fue la primera vez en que la coincidencia de tres buques obligó a atracar uno de ellos en el muelle de San Diego. Allí, para realizar el control del pasaje, la compañía se vio obligada a alquilar una carpa por lo que, para solventar futuras situaciones similares, ha decidido adquirir una terminal móvil.

Así lo explica el portavoz de la sociedad, Luis del Moral, que añade que también realizan otras mejoras en el servicio, como la implantación de una plataforma intermedia entre el muelle de Trasatlánticos y los cruceros, para que la inclinación sea menor y facilite la bajada de los pasajeros. Para poder garantizar la viabilidad de estas inversiones, la empresa ha solicitado a la Autoridad Portuaria una prórroga de la concesión, que aún no ha acabado su plazo inicial. En 2011, cuando se resolvió el concurso público, las bases especificaban que la gestión se realizaría por diez años con posibilidad de otros cinco más.

Ahora, a dos años de finalizar el primer tramo, la compañía ha pedido ya la ampliación hasta 2026 del servicio. "Si no lo tenemos, la inversión no sería correcta", explica Del Moral, que espera que el próximo del consejo de administración del Puerto dé el visto bueno al trámite.

Y es que la actividad en el sector sigue creciendo año tras año y aún se prevé margen de mejora. Este 2018 llegaron a la ciudad un centenar de cruceros y, para 2019, ya son 130 los confirmados, teniendo en cuenta que esta cifra aún podría crecer en los próximos meses.

Los números son cada vez mejores y la empresa concesionaria pretende que el servicio también sea más eficiente. Para ello, la Autoridad Portuaria también aprobará en breve el reglamento de explotación de la estación marítima. Un documento que no existía hasta ahora y que se prevé se pueda extender a los siguientes concesionarios, si es que Corunna Cruise Terminal no se presenta o no gana próximas convocatorias públicas para la gestión de este espacio del muelle de Transatlánticos.

Según Del Moral, al ser el primer gestor de este servicio, había "lagunas", por ejemplo, en las competencias a asumir por parte de la empresa o el Puerto así que, aunque en general se muestra satisfecho con el funcionamiento, cree que el margen de mejora es amplio con este reglamento. Una de las cuestiones que se establece en las normas son los horarios para la entrada de los barcos ya que la concesionaria, explica su portavoz, necesita disponibilidad para el propio atraque pero también para la preparación o para cubrir posibles incidencias en la salida de los cruceros. "Queríamos que esta y otras cosas quedasen por escrito, estemos o no nosotros gestionando", apunta, añadiendo que la puesta en práctica del reglamento será "positiva para todos".