Oil Deposit Corunna (ODC), la empresa que anunció en 2017 su proyecto para ocupar más de 45.000 metros cuadrados en el puerto exteriorpuerto exterior para explotar una terminal de almacenamiento, mezcla, transformación, carga y descarga de graneles líquidos, acaba de presentar el estudio de impacto ambiental a la Consellería de Industria, justo un año después de que remitiese al departamento de Medio Ambiente la documentación requerida para la tramitación ambiental del proyecto. El estudio tendrá que ser sometido a información pública, para lo que aún no hay fecha, antes de que regrese a la consellería que dirige Ángeles Vázquez y comience su evaluación ambiental, según explican fuentes de la Xunta.

Los trámites ambientales por los que debe pasar la propuesta de ODC son largos debido a la complejidad del proyecto, que incluye la construcción de once tanques para almacenar 363.246 metros cúbicos de graneles líquidos, según admitió el pasado verano el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada. Por ello, señalaba que los plazos que se había marcado la empresa para instalarse en la dársena de punta Langosteira, a finales de 2019, eran "quizá un poco optimistas".

ODC respondió días después sin apuntar previsiones temporales distintas, aunque apeló al "enorme esfuerzo y colaboración por parte de las empresas privadas y los organismos públicos implicados" para sacar adelante "este tipo de infraestructuras".

De acuerdo con Medio Ambiente, esta consellería recibió la primera documentación del proyecto de la empresa el 20 de diciembre de 2017 y un mes después la Xunta inició las consultas para determinar el alcance del estudio de impacto ambiental. A mediados de marzo la consellería realizó nuevas consultas y a finales de mayo remitió los informes recibidos de cada órgano consultado a la Xefatura Territorial de Industria de A Coruña para que pudiera elaborar el estudio de impacto ambiental, que acaba de terminar. La evaluación final de Medio Ambiente, de la que depende su visto bueno al proyecto, se producirá tras el periodo de exposición pública, que suele ser de un mes.

El plan de ODC comprende la construcción, en una fase inicial con un gasto de 30,8 millones de euros, de once tanques para almacenar 360.000 metros cúbicos de graneles líquidos. A través de un rack de tuberías se aprovecharían de los tanques compañías petrolíferas internacionales para movilizar en grandes cargueros y cargueros de medio rango combustibles como gasolina, petróleo crudo, nafta, jet fuel, gasoil o biodiésel hacia el Ártico, el Mar del Norte con dirección a China y Corea del Sur, África y Estados Unidos, según explicaba a este diario hace un año uno de los apoderados de ODC, Antonio Silvino Martínez-Laredo.