La Junta de Gobierno Local aprobó ayer las cuentas de explotación de la concesión municipal del ascensor y el mirador panorámico del monte de San Pedro correspondientes a 2017, en las que los técnicos municipales volvieron a apreciar un considerable desfase entre los gastos facturados por los anteriores responsables de la empresa Miramar de San Pedro, que el pasado mes de febrero la vendieron al hotelero José Blanco y el restaurador Luis Veira. Según el informe elaborado por la concejalía de Medio Ambiente, el antiguo concesionario facturó un exceso de 159.316 euros en los gastos, ya que frente a los 241.452 euros que sumaban las facturas que presentó, el Concello considera que el coste real de las actividades a las que corresponden es de solo 82.136 euros.

Miramar de San Pedro todavía tiene pendiente de cobro el déficit de explotación de 2016, en el que el Concello estima un desfase 147.039 euros, aunque la Junta de Gobierno Local no pudo aprobar ayer su abono porque el Ayuntamiento debió haberlo hecho durante 2017 y ahora deberá recurrir a un reconocimiento extrajudicial de créditos para ello. La razón de este retraso en el pago al anterior concesionario se encuentra en el interés municipal por fiscalizar de forma exhaustiva los gastos presentados por la empresa, lo que generó un recurso de la misma por la demora en el cobro del déficit de los años 2014 y 2015.

Un juzgado de la Contencioso-Administrativo dio la razón el pasado abril a la compañía, que podrá cobrar 393.613 euros por la diferencia entre gastos e ingresos del ascensor y el mirador en esos dos ejercicios, en los que el Concello sospechaba que había irregularidades en las facturas presentadas. Los responsables municipales expusieron en el juzgado que Miramar de San Pedro había actuado de esa misma manera con la facturación de los años 2010, 2011 y 2012, lo que hizo que se le reclamase la devolución de 603.090 euros.

Los hechos fueron comunicados por el Concello a la Fiscalía a finales de 2017 y eso derivó en la presentación de una querella contra la empresa y la subcontrata Rúa Real, que se encargaba de la limpieza del ascensor y el mirador. El Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña investiga ahora a ambas compañías por un posible delito continuado de estafa entre 2010 y 2014. Según los datos expuestos por el Ayuntamiento, el antiguo concesionario aportó documentos con anomalías contables, excesos de facturación por limpieza y vigilancia y gastos desproporcionados.

Miramar de San Pedro obtuvo en 2005 la adjudicación del restaurante del monte de San Pedro, que incluye la gestión del ascensor y el mirador, en el que debe responsabilizarse de la vigilancia, la limpieza y el funcionamiento. El concurso obliga al Concello a cubrir el déficit de explotación. En 2014 el Gobierno local del PP descubrió irregularidades en las cuentas de 2013 e inició una investigación que ha continuado el actual Ejecutivo.