El incremento injustificado de los gastos de personal y limpieza en el ascensor y la cúpula del monte de San Pedro fueron, según el Concello, la vía empleada por el antiguo propietario de la concesión de las instalaciones para intentar percibir una compensación mucho mayor por las pérdidas económicas sufridas en 2017, ya que el contrato obliga al Concello a costear el déficit que se produzca. Frente a los 296.368 euros en los que el anterior responsable de Miramar de San Pedro situó los gastos del ascensor y el mirador, la revisión del Concello los redujo a 138.951 euros, al apreciar que había hinchado la facturación de varios conceptos.

Tras descontar de los gastos ya adecuados a la realidad los 54.914 euros ingresados por la venta de entradas para el ascensor, el Concello decidió finalmente compensar a la empresa con tan solo 82.136 euros, según aprobó el viernes la Junta de Gobierno Local.

La concesionaria presentó, con los anteriores gestores, unas cuentas de 2017 del ascensor en las que facturó 90.617 euros por gastos de los tres trabajadores y de 48.653 euros por el personal que argumentó que debía hacer sustituciones al que estuvo de baja. Para ello facturó a 17,81 euros por hora el coste del personal y a 12,04 euros por hora el de los sustitutos. Pero el Concello estima que no debe abonarle ese último gasto y que el primero debe facturarse a 12,04 euros por hora, de forma que la cantidad que debe pagar es 61.259 euros.

En la cúpula se da una situación semejante, ya que el coste del único trabajador existente se facturó por 28.068 euros, mientras que el Concello lo calculó en 20.419. Miramar de San Pedro añadió otros 15.074 euros por sustituciones que fueron rechazados por la inspección municipal de las cuentas.

Los gastos de limpieza también fueron facturados con un precio excesivo, que la empresa situó en 21,55 euros por hora, cuando, de acuerdo con los contratos firmados por el Concello con empresas del sector, lo habitual es que sea de 12,93 euros. Al tomar como referencia esa cifra y aplicarla a los 197 días de apertura del ascensor, se calculó un gasto de 2.103 euros, frente a los 3.241 presentados por la empresa.

El exceso apreciado en la limpieza del mirador fue mucho mayor, ya que la concesionaria aportó una facturación de 9.724 euros, cuando para el Concello tan solo fueron 2.103, la misma cantidad que en el ascensor, puesto que ambas instalaciones abren los mismos días del año y se limpian por lo tanto el mismo número de horas.

Los gastos generales son otro concepto que la revisión del Concello halló excesivos, puesto que en el ascensor se rebajaron de los 18.918 euros presentados por la empresa a los 7.963 que se admitieron finalmente. En el mirador se presentaron facturas por 6.872 euros pero se redujo el gasto a 2.654 euros.

El beneficio industrial al que tiene derecho la concesionaria, que se fija en el 6% de la facturación, fue calculado por Miramar de San Pedro en 8.731 euros en el ascensor y en 3.172 euros en el mirador, pero tras el análisis de los datos, ambas cantidades se rebajaron a 3.675 y 1.225 euros respectivamente.

El descubrimiento de irregularidades en la facturación de los años 2010, 2011 y 2012 llevó al Concello a reclamar a la concesionaria la devolución de 603.090 euros y a iniciar la revisión de las cuentas de los siguientes ejercicios. En 2017 el Gobierno local informó de los hechos a la Fiscalía, que presentó una querella contra Miramar de San Pedro y la subcontrata Rúa Real, que realizaba la limpieza del ascensor y el mirador, y cuyos administradores compartían cargos en las dos compañías.

El paso del caso al Juzgado de Instrucción número 5 hizo que se abriera una investigación por un posible delito continuado de estafa entre 2010 y 2014, ya que en la facturación aportada por la concesionaria se hallaron anomalías contables, excesos de facturación por limpieza y vigilancia y gastos desproporcionados. Los hechos investigados ocurrieron con los anteriores gestores de Miramar de San Pedro, que, desde febrero, es gestionada por el hotelero José Blanco y el restaurador Luis Veira.