La conexión de Meirama con la red de agua de A Coruña y la comarca se acerca. La Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa) prevé realizar este año la redacción del proyecto para la integración del lago de Meirama en el sistema general de abastecimiento de A Coruña y su área metropolitana. Emalcsa incluye esta obra entre las inversiones previstas para el ejercicio que acaba de comenzar.

El inicio de las obras de conexión entre Meirama y la red general de abastecimiento estaba previsto para 2018. Los trabajos implicarán la construcción de una conducción de 1,3 kilómetros de longitud. El presupuesto estimado para los trabajos es de ocho millones de euros, importe que Emalcsa se mostró dispuesta a sufragar en solitario si la Xunta le concedía autorización para iniciar la tramitación de las obras, con el objetivo de intentar tener construidas las conexiones para garantizar el abastecimiento en caso de que se produjeran nuevos episodios de sequía. En noviembre de 2011, la empresa de aguas solicitó agilizar la tramitación de los trabajos dado que, como apuntó el director general, Jaime Castiñeira, ya no era "una situación tan inhabitual" que se produjeran episodios de sequía.

Castiñeira defendió entonces la necesidad del adelanto de los trabajos de conexión para aumentar la capacidad de almacenamiento con la incorporación del embalse de Meirama ante la reiteración de periodos de sequía. "Emalcsa no puede esperar", aseguró su director general. Castiñeira recordó que las situaciones de escasez de precipitaciones y el consiguiente descenso del nivel del agua en Cecebre se habían dado en 2008 y 2011 y se repetían en ese momento, a finales de 2017. El director general de Emalcsa abogó por agilizar los trabajos para así prevenir que un periodo aún más prolongado de sequía pudiese poner en peligro el abastecimiento de agua.

La Xunta se comprometió entonces a colaborar en la tramitación de la nueva captación de agua. El Gobierno gallego había invertido ya dos millones de euros en las primeras actuaciones de cara al trasvase. La inclusión del embalse de Meirama, una antigua mina de lignito a cielo abierto que se explotó entre 1980 y 2008, generó críticas por el temor a que el agua no reuniese las condiciones de calidad y salubridad. Tanto la Xunta como Emalcsa y la propietaria del lago, Gas Natural, garantizaron que el agua reúne todas las condiciones para el consumo humano. Aseguraron que los análisis realizados siempre habían sido favorables.