La Ley de Cambio Climático y Transición Energética que prepara el Gobierno central impone restricciones de circulación en el centro de las ciudades a partir de 2023. Obliga a los concellos de más de 50.000 habitantes a establecer un perímetro dentro del que no podrán transitar los vehículos que generan mayor contaminación. Según las limitaciones que se manejan y el censo más reciente de la Dirección General de Tráfico, cuatro de cada diez coches de la ciudad y de los seis grandes concellos de las comarcas de A Coruña y As Mariñas se verán afectados. Si la norma se aplicase hoy mismo, el centro coruñés se libraría de más de 75.000 transportes privados.

La normativa se envió a los grupos parlamentarios el pasado noviembre para su debate en el Congreso. Establece que las ciudades deberán adoptar "medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad". En general, los turismos que no podrán acceder al centro de A Coruña serían los diésel que hayan sido matriculados antes del inicio del año 2006 y los de gasolina previos al 1 de enero de 2000.

Los últimos datos del portal estadístico de la DGT -provisionales y correspondientes a diciembre de 2017- revelan que los concellos de A Coruña, Arteixo, Betanzos, Cambre, Culleredo, Oleiros y Sada suman 193.317 turismos. Un 38,9% de ellos estarían afectados por las limitaciones dentro de cuatro años. Cuanto más antiguo es el parque de automóviles, más vehículos se considerarán contaminantes.

Por encima de la media está el parque de turismos de la propia ciudad, con un 39,2%. Son 27.419 los turismos diésel comprados antes de 2006 y otros 16.558 los de gasolina anteriores al principio de siglo. El concello más afectado es Arteixo, un 44,4% se consideraría dentro de los contaminantes, con 5.460 matriculados diésel antiguos y 1.816 de gasolina considerados contaminantes por las características de sus motores de combustión. También Betanzos, con un 43% de turismos en el punto de mira (2.166 diésel y 820 gasolina). El parque de turismos más joven y el menos afectado es el de Oleiros, con un 35,17%. Le sigue el de Culleredo (36,9), Cambre (37,7) y Sada (38,48).

Estos serían los automóviles que, según la ley que se prepara no tendrían acceso al distintivo medioambiental por la contaminación producida por sus motores. En Galicia, son más de la mitad los vehículos en circulación. En total, 1,1 millones que ya no podrían desplazarse por el corazón de Madrid, ciudad pionera a la hora de poner en marcha la limitación con el objetivo de descender sus niveles de contaminación.

Sí cumplirían con los requisitos de bajas emisiones 973.507 vehículos en Galicia, según los datos de la DGT a diciembre de 2017. Del tipo 0, los más ecológicos, apenas hay medio millar de coches en la comunidad. Los ECO superan por poco los 7.000, mientras que los de clase C son algo más de 300.000 y los de tipo B, el grupo más numeroso, casi llegan a los 662.000.

El cerco al coche contaminante que ha comenzado a aplicar Madrid Central ya estaba en marcha en 250 urbes europeas. En algunas, incluso se acompaña de peajes para acceder al perímetro establecido, como en Estocolmo, con un "impuesto de congestión" que varía según lo que contamine el vehículo y el tiempo de estancia en el centro. Pueden ser hasta 6,5 euros al día. Berlín y ciudades del tamaño de A Coruña en Alemania también tienen restricciones. Oslo quiere ir más allá y prohibir en 2025 cualquier vehículo diésel y de gasolina. En la capital noruega uno de cada tres coches ya tiene enchufe.