Los técnicos de la depuradora de Bens han tenido que extraer de sus instalaciones una "gigantesca bola" compuesta por toallitas, compresas, tampones, preservativos, aceite y otros residuos para evitar que su presencia colapsase el funcionamiento del servicio.

Esta bola de residuos pesaba, según indica la EDAR de Bens, más de media tonelada y medía más de cuatro metros. Estos "monstruos de las alcantarillas" son cada vez más frecuentes en las ciudades de los países desarrollados, según explican desde la depuradora, debido a "un uso incorrecto de la red sanitaria por parte de los ciudadanos".

"Con el tiempo seco que estamos teniendo estos días, no hubiera sido extraño que se atascara en algún punto de la red de alcantarillado y provocara un colapso de la red sanitaria, algo que ya ocurrió el año pasado en Oleiros y en Matogrande", señala en un comunicado el director general de Bens, Carlos Lamora.

"Extraer estos monstruos de las alcantarillas ocasionados por el comportamiento irresponsable de una parte de la población provoca un mal funcionamiento de los servicios públicos y unos sobrecostes que pagamos todos", agrega en una nota enviada a los medios de comunicación.