El plan de mejora de las instalaciones y el entorno del Club del Mar, que se desarrollará hasta 2020 con un presupuesto de 2,6 millones de euros, incluye la instalación de un ascensor que salve el fuerte desnivel existente entre Adormideras y Monte Alto. El presidente de la entidad, Ángel Garmendia, ha asegurado hoy que ya ha expuesto este proyecto a todos los grupos políticos del Concello, Demarcación de Costas, Diputación y las consellerías de Medio Ambiente e Infraestructuras y que la respuesta de todos ellos es favorable a la iniciativa, que a su juicio puede ser financiada con fondos europeos.

Garmendia considera que del ascensor se beneficiarían los 25.000 habitantes de Monte Alto y los 3.000 de Adormideras, además de los 8.000 usuarios del Club del Mar. “Tenemos un problema de movilidad histórico en esta zona, donde los ciudadanos tienen que subir una cuesta intimidatoria”, destacó el responsable de la entidad, quien recordó además la proximidad de la Torre de Hércules a este lugar.

El proyecto plantea la construcción de un elevador desde el Club del Mar hasta la cota del paseo marítimo, para lo que cedería una parcela de 1.200 metros cuadrados en la que la sociedad tiene la intención de construir en el futuro un edificio de servicios múltiples que financiará con recursos propios. “Queremos ser el elemento dinamizador del proyecto porque muchas veces las administraciones son incapaces de ponerse de acuerdo”, explicó Garmendia, quien además recordó que ciudades como Oporto y Lisboa cuentan con soluciones de este tipo para resolver la diferencia de niveles entre sus barrios.

Al margen del ascensor, el plan presentado ayer por el Club del Mar propone la regeneración de todo el entorno de la ensenada de San Amaro debido a su cercanía de la Torre. También plantea recuperar su antiguo edificio social de la playa de San Amaro, ahora sin uso, para convertirlo en un Aula del Mar, donde se exponga la actividad de los profesionales de este mundo, se describa la costa del entorno y se recuerden las catástrofes marítimas, objetivo al que Garmendia consideró que contribuye el que se trate de un inmueble emblemático que fue construido por los propios socios del club en los años treinta.

Otra actuación proyectada por la entidad dentro de este plan es el acristalamiento de la terraza exterior de la piscina mediante una inversión de 200.000 euros, cuya finalidad es organizar toda clase de actividades a lo largo de todo el año. También se prevé la instalación de una cubierta sobre la piscina exterior de hidromasaje, con un coste de 20.000 euros, de nuevo con el objetivo de permitir su utilización en cualquier momento del año.

Garmendia añadió que el Club del Mar intenta ampliar al máximo el abanico de actividades que oferta a sus socios, de forma que no se centren en exclusiva en el deporte, sino que se extiendan a toda clase de iniciativas culturales, sociales y recreativas.