La antigua terminal de almacenamiento y expedición de combustibles que la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) posee en el muelle de San Diego y cuya concesión caducó el pasado 29 de noviembre será sacada a concurso por la Autoridad Portuaria, ya que además de esta empresa optan a gestionarla a partir de ahora Maritime Global Services y Pérez Torres Marítima. El fin de la concesión llevó al Puerto a iniciar el trámite de competencia con el fin de conocer si alguna compañía pretendía gestionar unas instalaciones en las que se sirve fuelóleo y bioetanol a través de cinco tomas y una conexión con la terminal de Repsol Petróleo.

CLH explotaba esta terminal desde 1968, entonces bajo la denominación de Campsa, y planteó a la Autoridad Portuaria continuar desarrollando esa actividad durante el plazo de un año, mientras que Maritime Global Services anunció que lo hará durante cuatro y Pérez Torres durante cinco. El consejo de administración del Puerto aprobó el pasado 21 de diciembre convocar un concurso para determinar qué empresa se hará cargo de la concesión al estimar que las dos últimas ofertas, más interesantes por su mayor duración, son "muy similares" de acuerdo con el análisis efectuado por los técnicos del organismo, que señalan que "no es posible establecer una diferenciación clara" de estas propuestas.

Las tres ofertas defienden la continuidad de las operaciones que hasta ahora realiza CLH, que consisten en la recepción de fuelóleo desde la terminal de Repsol a través de una tubería, su almacenamiento y la posterior carga en camiones, así como la llegada de bioetanol también por una tubería desde la estación de San Diego, su almacenaje y el traslado hasta las instalaciones de Repsol mediante otra conducción.

Pero el tráfico de fuelóleo solo se realizará, según detallan las tres compañías, hasta finales de 2019, lo que puede tener relación con los planes de Repsol para comenzar a operar en punta Langosteira, aunque todavía no dispone del poliducto para transportar hasta el puerto exterior sus productos y la materia prima con la que los elabora. Otro punto común a las tres propuestas empresariales es que ninguna de ellas prevé captar nuevos tráficos para la terminal de San Diego, así como la realización de inversiones en la misma.

La rentabilidad es el aspecto en el que más difieren los proyectos presentados, ya que mientras que CLH prevé obtener un beneficio neto de 135.108 euros durante el único año en el que pretende operar, Maritime Global Services calcula que obtendrá 378.000 euros el primer año y 13.000 euros los siguientes. Pérez Torres estima por su parte que su beneficio será de 669.900 euros el primer año y entre 115.000 y 119.000 euros los siguientes debido a que solo comerciará con bioetanol.

Esta última empresa aportó al trámite de competencia una carta de intenciones que suscribió con la firma Bioetanol Galicia en la que esta expresa su interés en que Pérez Torres Marítima participe en el concurso que convocará para gestionar el bioetanol que transportará hasta San Diego, en el que asegura que "valorará especialmente" la oferta que presente esa compañía. En el examen que se hizo de las propuestas, la Autoridad Portuaria destacó que el documento de Bioetanol Galicia "no recoge un compromiso expreso de contratación de los servicios a Pérez Torres Marítima".