La regeneración ambiental de la ría de O Burgo es la única gran obra del proyecto de Presupuestos del Estado en A Coruña para este año que mantiene la programación de inversiones de ejercicios anteriores. En el documento no aparece ningún nuevo proyecto de gran calado para la ciudad. En 2019 está previsto que se dediquen ocho millones de euros a la retirada de los lodos del fondo de la ría, que continuaría en 2020 con quince millones más. Esta es la misma previsión que figuraba en las cuentas de 2018 para desarrollar esta actuación, cuya tramitación ambiental concluyó en septiembre de 2017, fecha desde la que está pendiente la aprobación del proyecto, que aún debe ser licitado y adjudicado para que puedan comenzar las obras. Falta, además, que el Gobierno acuerde la financiación del dragado con Xunta y concellos.

Los grandes proyectos de infraestructuras sufren un parón en los presupuestos de este año, ya que la ampliación de la avenida de Alfonso Molina y del puente de A Pasaxe cuentan cada uno de ellos con la cantidad simbólicas de 100.000 euros que revela que no está previsto poner en marcha las obras durante este año. El presupuesto de 2018 preveía dedicar este ejercicio tres millones a la reforma de la avenida, aunque con la previsión de que se hubieran invertido 2,5 millones ese mismo año y que para 2020 hubiera otros tres y uno más para 2021.

Esa programación correspondía a un cálculo de diez millones de euros como coste de la actuación, aunque cuando en marzo de 2018 se presentó el proyecto definitivo de las obras, la cantidad establecida fue de 19,1 millones. A pesar del tiempo transcurrido, la iniciativa permanece estancada, ya que el Concello todavía no recibió la documentación necesaria para poner en marcha las expropiaciones imprescindibles para ampliar la calzada ni el Ministerio de Fomento ha iniciado los trámites para licitar los trabajos. El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, anunció el pasado fin de semana que las obras de Alfonso Molina comenzarán este año con la construcción de la pasarela peatonal de Pedralonga, iniciativa que también figura en el proyecto.

En el caso del puente de A Pasaxe, el Gobierno de Rajoy había consignado tan solo un millón de euros para invertir entre los años 2017 y 2018, mientras que para los siguientes ejercicios no aparecían cantidades previstas. Los 100.000 euros que aparecen ahora para este año reflejan el estado en el que se encuentra este proyecto, del que en septiembre se inició la tramitación ambiental y aún debe someterse a información pública. A ello habrá que unir las expropiaciones necesarias para ejecutar las obras, ya que el nuevo puente afectará a terrenos y construcciones privadas, así como la licitación del proyecto.

El Vial 18, la conexión entre la tercera ronda y la autopista, carece de partidas para este año y los siguientes, cuando el pasado debían haberse invertido tres millones y cinco el actual y los dos próximos para completar los 18 millones en los que estaba presupuestado. Pero el proyecto, que tuvo que ser redactado de nuevo al no haberse tramitado de forma correcta, se halla ahora en fase de exposición pública. Una vez que Fomento conteste a las alegaciones que presenten los afectados, habrá que redactar el proyecto definitivo y efectuar la licitación, por lo que la puesta en marcha de las obras aún está lejana.

El acceso ferroviario al puerto exterior no cuenta en este proyecto de presupuesto con una partida específica para su ejecución, cuyo coste se estima en 120 millones. La actuación solo está pendiente de que se defina cómo se financiará, ya que el elevado endeudamiento de la Autoridad Portuaria le impide hacerse cargo de estas obras. El protocolo firmado por Xunta y Fomento en abril del año pasado sobre los muelles de la ciudad incluía el compromiso de que Adif y Puertos del Estado costearían el proyecto, que se licitaría a comienzos de 2019. Pero tras el cambio en el Gobierno central se desveló que el organismo ferroviario no había sido informado de ese acuerdo, por lo que no figuraba en sus previsiones.

Es posible, aunque Adif no lo ha aclarado, que los fondos para el ferrocarril a Langosteira figuren en una partida genérica, una situación que se repite con la reforma de la estación de San Cristóbal para la llegada del AVE, que carece de una consignación por separado en el presupuesto y que en el de 2018 aparecía en una partida más amplia.

El año pasado se habían presupuestado 30 millones para la remodelación de la terminal, las vías, los accesos y el entorno, pero en noviembre Adif elevó la inversión a los 45 millones, sin mencionar cuándo la ejecutará. El organismo advirtió, sin embargo, de que desarrollará su proyecto al margen del que realizará la Xunta para ubicar la nueva estación de autobuses en el recinto, de cuyo retraso Concello y Gobierno local se acusan mutuamente.

La supresión del ramal ferroviario de Betanzos-Infesta para evitar mediante un nuevo trazado los doce minutos que pierde el tren con el recorrido actual entre A Coruña y Ferrol, aparece en el presupuesto con solo 200.000 euros, frente a los 1,2 millones que en este mismo documento figuran como previsión del año pasado. Pero en el proyecto de 2018 la inversión prevista era de 400.000 euros y su ejecución debía realizarse entre ese año y el actual, aunque el pasado 26 de diciembre Fomento licitó por 250.000 euros la redacción del estudio informativo que definirá el trazado que seguirá el tren hacia Ferrol para evitar el paso por Infesta.

La renovación de la vía férrea entre A Coruña y Ferrol dispondrá este año de 419.000 euros y de 242.000 el próximo, frente a los 840.000 que el Gobierno cita como inversión que estaba prevista para el pasado. Pero en las cuentas de 2018 figuraban 500.000 euros como inversión para ese ejercicio en una programación que se extendía a 2021 con 10 millones, aunque ahora no figura esa importante cantidad ni hay fondos más allá de 2020.

La ampliación del campo de vuelos de Alvedro tan solo contará con 23.000 euros este año frente a los 709.000 que figuran como consignados para el anterior, mientras que para los tres próximos se destinan 210.000, 229.000 y 3,8 millones de euros. También en el aeropuerto están pendientes la instalación de ayudas a la navegación por satélite que impidan los desvíos de vuelos, presupuestadas en 2,6 millones y de las que este año se dispondrá de 243.000 euros y el próximo de 172.000, mientras que el resto de la inversión no figura.

La remodelación de la terminal de Alvedro, cuyo coste se estima en 33,2 millones, es otra de las actuaciones que queda relegada en este proyecto de presupuestos, ya que AENA no la incluye entre sus prioridades y se resiste a ponerla en marcha mientras el tráfico en el aeropuerto coruñés no sea mayor. Para este año ni siquiera figura una partida, mientras que para 2020 aparecen 20.000 euros y 96.000 más para el siguiente.

La reforma del Centro Oceanográfico, de 2,7 millones, debía haberse iniciado el año pasado y concluir este, pero la realidad es que las obras no han comenzado y ahora se presupuestan 1,3 millones para 2019 y 1,4 para 2020, ejercicio en el que deberían terminarse.

En la comarca, la construcción del enlace de Meicende de la AC-15, la autovía al puerto exterior, recibirá solo 100.000 euros frente a los tres millones que debían haberse invertido en 2018. Para el cruce de Solymar en Perillo figuran 500.000 euros y no hay previsión para los próximos años, a la espera de que se defina el proyecto y su programación. También está pendiente de su proyecto definitivo la prolongación del acceso al puerto exterior, a la que se opone el Concello de Arteixo, y para la que figuran 100.000 euros este año.

La mejora del firme de la N-VI desde A Pasaxe hasta la provincia de Lugo ya aparecía el año pasado, pero de los 3,2 millones de su coste solo aparecen 100.000 euros para este año. Para la reforma del peligroso cruce de A Rocha en la N-550 a su paso por Cambre, presupuestada en un millón de euros, se destinan 640.000 euros este año y 362.000 el siguiente.