Los 62 trabajadores de Hércules de Armamento, la empresa concesionaria de la antigua fábrica de armas, se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno en la plaza de Ourense para denunciar la actitud "partidista y sectaria" de dicha institución y de la secretaría de Estado de Defensa y para pedir un plan industrial.

"Estas dos instituciones están manteniendo reuniones con gente que no tiene ninguna vinculación con la plantilla actual y que no tiene representación como sindicato en el comité de empresa", ha explicado en declaraciones a la prensa el presidente del comité de empresa, Javier Riobóo, de la CIG. Se refiere al antiguo comité de empresa (UGT), que se ha manifestado delante de la fábrica desde la adjudicación a Hércules de las instalaciones de Pedralonga.

Riobóo denunció que hoy se celebrará una reunión en el Ministerio de Defensa sobre un futuro plan industrial en la que participarán los extrabajadores de General Dynamics, la concesionaria que cerró el complejo.

"Es como si yo pretendo plantear alternativas para Navantia o para Alcoa, empresas con las que no tengo nada que ver", explicó el sindicalista, que criticó que sus solicitudes de reunión con la Delegación del Gobierno y con Defensa "no han obtenido respuesta". Riobóo ha pedido al Gobierno central y a la Xunta que garanticen sus puestos de trabajo, la continuidad de la actividad productiva y el abono de sus salarios, cuyo impago ya ha sido denunciado ante las autoridades judiciales.