"Podemos asumir 25, 30 o hasta 35 pacientes al día con unas garantías". Así explica el médico Pablo Vaamonde, del centro de salud de Labañou y miembro de la Plataforma SOS Sanidade Pública, lo que debería ser su jornada. Pero, en los últimos años, la falta de sustituciones le ha hecho vivir situaciones que nunca había vivido en su larga trayectoria profesional. "En 35 años de ejercicio nunca me ocurrió hasta ahora atender a 60 pacientes en una jornada", denuncia. El alargamiento en horas del trabajo es una de las consecuencias, pero las hay peores, relata el doctor: "Hay un agotamiento personal y se toman decisiones con incerteza, hay más riesgo". No solo son muchos enfermos en cuanto al número sino que algunos tienen un historial y una medicación que requieren tiempo de atención, comenta Vaamonde: "Son pacientes que no son propios y pueden ser mayores, con muchos fármacos...". Esta realidad que se vive, dice, en los centros de salud coruñeses provoca que existan listas de espera en los ambulatorios: "Es muy grave. Una anomalía completa porque estamos saturados".