La vía abierta por el Gobierno local para eliminar pintadas de las fachadas de los comercios y locales de hostelería abiertos de la ciudad ha tenido escaso impacto en los sectores. Según fuentes municipales, solo nueve propietarios de establecimientos han solicitado a la Concejalía de Emprego e Economía Social el borrado de los grafitis que afean las paredes, escaparates o verjas de sus negocios.

La iniciativa municipal, promovida por la imposibilidad de actuar en propiedades privadas, permitió que en el plazo de un mes, entre noviembre y diciembre pasados, los responsables de los locales comerciales y hosteleros comunicasen al Concello qué espacios de sus fachadas están ocupados por pintadas, en qué tipo de superficies están hechas y la forma de los dibujos. Con estos datos, el Gobierno local prevé elaborar un registro de negocios afectados para saber cómo actuar en cada caso; en una fase posterior y con una partida económica incluida en el presupuesto de este año, procedería a la eliminación de los grafitis. El anuncio esta semana del grupo socialista de no apoyar las cuentas municipales de 2019 puede complicar la inclusión de inversiones específicas para este proyecto, aunque el Ejecutivo podría disponerlas a través de una modificación del presupuesto.

Este plan del área de Emprego fue recibido inicialmente con dudas por parte del sector comercial de la ciudad, que propuso que la retirada de pintadas se extendiera a los bajos cerrados, ya que su falta de actividad invita a los vándalos a actuar en ellos y a "ensuciar la imagen de los barrios", según justificó el presidente de Federación Unión de Comercio Coruñesa (FUCC), Adolfo López. Locales industriales, financieros, administraciones públicas y situados en edificios catalogados o de especial protección están también excluidos.

La tardanza en eliminar un grafiti fue otro de los argumentos expuestos por los comerciantes para recibir con escepticismo el proyecto municipal. El presidente de la asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor, se mostró partidario de actuaciones inminentes para que la realización de nuevas pintadas fuera reparada en cuanto los dueños de los locales las denunciasen y no hubiera que esperar más de cinco meses.

Emprego ha puesto en marcha este plan de mejora de la imagen exterior de los comercios como complemento del borrado de pintadas y grafitis en edificios privados a través de la modificación de la ordenanza de limpieza viaria, aprobada de forma inicial en el pleno municipal del pasado lunes. El cambio regulador, que contó con la abstención de los grupos de la oposición, permite al Concello ofrecer ayudas en especie a todo propietario que las solicite para la limpieza de pintadas en cualquier edificio privado de uso residencial de la ciudad, de manera que intervendría el Ayuntamiento sin cobrárselo a los vecinos.

El Gobierno local, con el cambio en la ordenanza y tras el planteamiento de dudas por parte de Intervención, actuará además de forma directa, sin subvenciones, sobre grafitis en inmuebles protegidos, entre los que se incluyen los ubicados en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de Ciudad Vieja y Pescadería. Dueños de inmuebles del casco histórico ya pueden pedir el borrado de pintadas para que el Concello las elimine a partir de febrero.