Puede que no suene su cara, pero resulta casi imposible a estas alturas no haber escuchado alguna de sus canciones. "Ha sido el año de Lo siento", afirma Beret, sobre uno de los temas que le llevaban a la fama en 2018. El cantante comienza este 2019 su gira en A Coruña, donde presentará este sábado 26 de enero su disco Ápices. Ante el concierto, que comenzará a las 20.00h en el Coliseum, se han rendido ya más de 5.000 personas, que esperan entrada en mano la peculiar mezcla de pop, reggae y rap del cantautor.

- Dicen de usted que hace poesía para millenials . ¿Le encaja la etiqueta?

-[Se ríe a carcajadas] Es que el hecho de hacer algo para millenials parece despectivo, como si lo hicieras para chavales que no llegan al coeficiente intelectual de una persona normal [risas] No, yo creo que hago poesía en general.

-Poesía sobre el amor. ¿Cómo lo entiende?

-Siempre que trato el amor en los temas, lo hago con una visión de amor propio. No hablo de un amor romántico en el que si tu no existes, yo me muero, porque eso me parece muy tóxico. Trato de abordar que tengo un desamor, pero que ahora estoy aprendiendo a quererme porque me has hecho aprender.

-Muchos en la industria venden la idea contraria. Va usted a contracorriente.

-Claro. Pero yo vengo de unos meses de estar genial y sin toxicidad en el cuerpo. Y la visión que tengo del amor es esa: para poder enamorarte de una persona, primero tienes que estar en paz contigo mismo, porque no puedes dar lo que no tienes.

-¿Le han roto tantas veces el corazón como parece en sus canciones?

-La gente se piensa que por cada desamor escribo una canción. Pero a lo mejor con un desamor, he escrito varias. No tiene que ser: "He estado con fulanita, me ha dejado y he hecho un tema". Escribo sobre cosas que estoy recordando, o de lo que observo que me va a pasar.

-También tiene temas esperanzadores, como Bless , pero se le conoce sobre todo por el tono más oscuro de otros como Lo siento . ¿Le está cayendo el sambenito del cantautor triste?

-La gente dice: "No, es que Beret solo hace temas de pena". Cuando, literal, tengo más canciones alegres que tristes. Lo que pasa es que las tristes son las que más han triunfado. Escribo canciones de pena porque, cuando uno está mal, lo que te nace es escribir.

- En su último trabajo, Ápices , busca mostrar todas sus facetas. ¿Ha costado el autoanálisis?

-Fue fácil, porque estaba escribiendo lo que me pasaba. Lo bueno de ese disco es que no lo hice durante un mes y lo saqué, sino que cada mes iba haciendo un tema inédito. Fui observando cómo era mi vida, y fui haciendo canciones acorde.

-En ellas transmite muchas veces incertidumbre, casi miedo.

-El hecho de que esta etapa fuese tan rápida me hizo tener mucho miedo. De la habitación a estar sonando en Latinoamérica? Fue como: "Estoy corriendo". Y en ese momento es cuando, a la hora de componer, el subconsciente usa palabras como miedo, inseguridad?

-Menciona su paso por Latinoamérica. Es una de las señales del auge que está viviendo.

-Sí. 2018 ha sido una pasada. Ha sido el año en el que he ido por primera vez a Latinoamérica, en el que he salido por primera vez en televisión, en el que he sonado por primera vez en la radio? Ha sido el año de Lo siento. Bueno, lo sigue siendo [se ríe]. Ha sido el peor año para mi salud mental y el mejor para mi carrera [risas].

-¿Recuerda la primera vez que se escuchó en la radio?

-Estaba en la cocina con mis padres, y sabía que iban a ponerme en Los 40 Principales. Lo que pasa es que tenía un duelo entre que quería ver que iba a sonar, y que tampoco quería escucharme [ríe]. Me estoy escuchando y tengo esa vergüenza, pero lo recuerdo con mucha emoción.

-¿Qué cambio le ha costado más en esa vorágine de éxitos?

-Exponerme ante la gente. Yo empecé una gira sin haber dado conciertos en mi vida, y el primero fue en Málaga delante de 600 personas. Yo diciendo: "Me muero", lo juro, supermal. Es lo que más me ha costado. Pasar de estar componiendo a mi bola a salir a la calle y que la gente me reconozca cuesta.