El Concello prevé que, a partir de enero del 2020, Nostián tenga nueva gestora tras el adiós de Albada. Calcula que el contrato sea de 15 años, suficientes según sus cálculos para amortizar los 42 millones de obras que tendrá que abordar la empresa al aterrizar. La concesionaria ingresará, desde las arcas municipales de los concellos usuarios, un canon por tonelada de la basura que entra en la planta de tratamiento y por la gestión de los rechazos, esto es, de la basura que no se puede tratar y que en 2017 fue del 55%. La idea es hacerse cargo hasta el 30%. Estimando que la entrada de basura crecerá un 0,5% anual desde la entrada en vigor del contrato, el canon le reportaría ingresos de 7,7 millones desde 2022 a 8,7 en 2035.

Los dos primeros años de concesión, el erario tendrá que realizar un mayor esfuerzo. Son los dos años en los que la empresa tiene que ejecutar las obras previstas en el contrato destinadas a mejorar la recuperación de envases y el tratamiento de los residuos orgánicos. Así lo explica la documentación sometida a consulta pública por el Concello coruñés durante un mes desde su publicación, ayer, en el BOP.

Durante ese periodo transitorio para la remodelación y modernización de la planta, "se prevé una reducción de la capacidad de recuperación de envases y una mayor necesidad de gestión de rechazos". Lo primero supone una merma de ingresos y lo segundo, mayor gasto. Así, durante el primer y el segundo año de concesión, el cálculo del canon es de 9,1 y 9,2 millones respectivamente. Las cifras finales dependerán de la entrada de basura, así como de la eficacia de las mejoras tecnológicas previstas. Según la normativa de la UE estas, unidas a la separación en origen, tendrían que hacer que los rechazos bajasen del 55% al 10% en 2035.

En 2017, la planta ingresó por los concellos, entre la gestión de la basura y de los rechazos, más de 11 millones de euros. En 2018 fueron menos porque una sentencia, que aún no es firme, dio la razón al Concello en uno de sus múltiples pleitos con Albada y obligó a esta a asumir el coste de los rechazos. El nuevo canon incluye la gestión de los puntos limpios en la ciudad, de lo que se tiene que hacer cargo en solitario el Ayuntamiento de A Coruña. Otro ingreso de la nueva concesionaria, además de los cánones municipales, es la venta de materiales recuperados. Bajaría, durante los dos años de obras, a 1,5 millones de euros, para después crecer exponencialmente a los 4,8 millones de euros.

"Subida espectacular"

Después de un 2017 "regular" en cuando a la recuperación de envases, a falta de cerrar definitivamente el balance anual, 2018 ha supuesto una "subida espectacular" en recuperación e ingresos recibidos. Así lo afirma la concejala de Medio Ambiente, María García, que explica que la inversión prevista en la planta de tratamiento permitirá "actualizarla", una mejora tecnológica que mejorará la recuperación de envases y el tratamiento específico de los residuos orgánicos. En 2017 aún se estaban poniendo en marcha las mejoras sufragadas por la Xunta para compensar el pacto al que llegó la Consellería con Ecoembes para reducir un 15% el pago por tonelada de envases recuperados.

La reforma tendrá que ir de la mano de una "mejora de la calidad de separación" a través de la "colaboración ciudadana". García señala como una de las grandes novedades de este proceso la incorporación de los concellos del Consorcio a través de un convenio de contratación para que los ayuntamientos usuarios, además de la ciudad, participen en el proceso de selección de la nueva concesionaria. "Siempre trabajamos con ellos", defiende la concejala, una situación muy diferente a la que se encontraron cuando llegaron, dice.