Los colegios coruñeses dedicaron su día a pedir un mundo en paz. Como en Franciscanas, que escribieron portadas de periódico anunciando un mundo sin guerras. O el Liceo, cuyos alumnos elaboraron más de mil grullas en origami como la niña de Sasaki de Hiroshima. Salieron a la calle los colegios de O Castrillón y Dominicos, celebraron actos en el San Francisco Javier y los niños del Eusebio da Guarda rodearon la paloma de la plaza de Pontevedra.