El servicio de recogida de basura recogió en la noche del miércoles al jueves 300 toneladas con una flota de 18 camiones y cuatro barredoras. Desde el Sindicato de Trabajadores de Limpieza explicaron que la empresa había dispuesto 30 camiones como refuerzo pero que seis no cumplían medidas de seguridad y añaden que de los 24 que salieron a la calle, se averiaron siete. Tampoco dos barredoras pudieron trabajar.

El servicio continuó funcionando durante el día de ayer. Por la mañana fueron siete vehículos de gran tonelaje los que estuvieron recogiendo basura, pero uno se averió y volvió a la base.

El alcalde, Xulio Ferreiro, afirmó que "poco a poco" la situación está volviendo a la normalidad y que solo se han registrado "incidencias menores". Anunció que se ha reforzado la limpieza de los alrededores de los contenedores para retirar la suciedad acumulada y mostró su confianza en que hoy se recupere la "normalidad".