El proyecto de la estación intermodal incluye cubrir parte de las vías ferroviarias con una nueva marquesina y reorganizar el aparcamiento de vehículos, tanto el público como el privado. El plan, que tiene un coste de unos 47,8 millones de euros y un plazo de ejecución de dos años, también incluye ubicar locales comerciales a ambos lados del edificio de la terminal, construir una nueva zona de embarque y una pasarela que conecte la avenida de A Sardiñeira con la del Ferrocarril.

El proyecto constructivo de la estación se ha dado a conocer parcialmente en las últimas horas, dentro del plan de expropiaciones que ha comenzado a desarrollar el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Se trata del nuevo diseño del arquitecto gallego César Portela, que ya ideara la infraestructura en 2011 pero con otra imagen: la de un gran edificio rodeado de inmuebles de usos terciarios -un hotel y centro comercial- cuya venta financiaría las obras. Ahora, con un plan casi exclusivamente para dar servicio a la estación, el profesional realiza diversas variaciones con respecto a la estación de San Cristóbal pero manteniendo gran parte de su imagen actual.

El vestíbulo de la estación, de 280 metros cuadrados, será reformado internamente aunque la fachada principal y la marquesina histórica -que tiene una altura máxima de 15,9 metros- se mantendrán, siendo objeto de trabajos de restauración y rehabilitación.

En la parte más cercana al barrio de A Sardiñeira se realizarán múltiples demoliciones. Primero, la de todas las naves sin uso -excepto el centro social autogestionado Nave 1839-, donde, en el espacio resultante se ubicará la estación de autobuses, competencia de la Xunta, y un aparcamiento privado, hacia la parte más alejada de la estación. Además, se derribará el edificio de sindicatos, dentro de la infraestructura actual y próxima a la plaza pública, y se destinará a locales comerciales. También los habrá en el edificio principal de viajeros, donde ya existe una cafetería, servicios de alquiler de coches, un quiosco y una tienda de gominolas. Este espacio será reformado internamente, incluyendo el servicio de billetes y atención al público de Renfe. La compañía ferroviaria contará con un nuevo edificio administrativo para el realojo del personal mientras se realicen las obras en la parte más cercana a la avenida del Ferrocarril.

Con respecto a los taxis, se tirará la marquesina que cubre la parada en la entrada original de la estación -que fue un añadido a la fachada original del edificio histórico- y se les reubicará en el lateral, donde se ubica el actual aparcamiento público, que se mantendrá en la zona. Habrá en este área de movilidad un lugar para paradas rápidas de vehículos para dejar o recoger viajeros, parada de autobús y zonas de carga y descarga. Todo este espacio estará cubierto.

La nueva zona de embarque, justo antes del inicio de las vías del tren contendrá el control de seguridad, sala vip, sala de autoridades, local comercial, restaurante y aseos y, por encima, pasará la llamada grapa, la pasarela peatonal que conectará a los vecinos de A Sardiñeira con la avenida del Ferrocarril y viceversa. El proyecto incluye también mejoras en la plaza de San Cristóbal, un nuevo almacén y un paso subterráneo entre el acceso del aparcamiento y el parking privado y la zona de Correos.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, aplaudió ayer a Adif por "avanzar" y "dar pasos" en la creación de la estación intermodal y anunció que en "próximos días" el Concello presentará su parte de la obra, la de los accesos desde la rotonda de Eduardo Diz, pasando por A Sardiñeira, que, dijo, "está prácticamente ultimada". Por el contrario, Varela reprochó que la Xunta, que debe impulsar la estación de autobuses, "perdió trece meses" y denunció la mala "interlocución" con sus portavoces en los últimos meses.