Ya lo recordó la candidata a la Alcaldía del PP, Beatriz Mato, cuando se dio a conocer el proyecto de la Universidad de la Ciudad de las TIC. El anterior Gobierno local, liderado por el entonces alcalde Carlos Negreira, ya había planteado que los terrenos de la fábrica de armas eran un lugar ideal para ubicar un conglomerado de empresas tecnológicas. Dentro de su proyecto Coruña Futura, los populares lo denominaban "fábrica de innovación", "distrito digital" o "ciudad del conocimiento". Al fin y al cabo, un proyecto similar al que abandera ahora la Universidad de A Coruña en el mismo escenario.

Eso sí, tras una primera acogida efusiva por parte de Mato y con el tanto de haberlo ideado primero, ahora la popular modula su discurso y ya no vincula el parque tecnológico a la fábrica de armas. Núñez Feijóo pone por delante el nuevo hospital. Sin embargo, el Ejecutivo municipal defendió, en su mandato, entre los años 2011 y 2015, que el Chuac se mantuviera en su actual ubicación y que se conformara el proyecto de la avenida de la Salud en A Pasaxe.

Los 3,8 kilómetros entre las avenidas del Ejército y A Pasaxe formarían este ámbito, que englobaría centros sanitarios y también los universitarios. Sin especificar qué tipo de edificios, el PP sugería aprovechar un área libre en Pedralonga, pero fuera de la factoría, entre la avenida de Montserrat y A Pasaxe para nuevas construcciones. El exalcalde apostaba por un ámbito de "transporte blando", aprovechando la línea ferroviaria para un posible metro ligero, y sacarle partido al entorno de la ría para impulsar un lugar de "ocio y paisaje" para la ciudadanía. Ahora, tanto el Gobierno gallego como la candidata a alcaldesa exigen no "hipotecar" el solar de la fábrica de armamento mientras no decidan si ubicar el hospital en otro emplazamiento distinto al actual.

Sobre la Ciudad TIC, como también le llamaba la Fundación Emalcsa en 2012 al espacio para la innovación, la entidad que lideraba el proceso destacaba los casi mil profesionales de este sector que concentraban Inditex y Abanca en la ciudad y la posibilidad de "coordinación" con la Universidad de A Coruña para tener "perfiles" requeridos por las empresas, sobre todo especializados, apuntaba el documento. También era similar en cuanto a su configuración actual en que se veía como una "gran oportunidad" para que el proyecto se vertebrara generando consorcios entre la administración, la Universidad y las empresas.

Los más de 1.500 alumnos que tenía en aquel entonces la facultad de Ingeniería Informática suponían un impulso importante al proyecto y una oportunidad de empleo para los estudiantes, incidiéndose en especialidades a día de hoy consolidadas en el mercado laboral internacional como el big data o el comercio electrónico.

La fábrica de armas, explicaba el proyecto del Concello, ocupaba una "considerable superficie" en Pedralonga, pero, añadía, que "solo una parte" estaba ocupada por las naves industriales y que estas merecían ser aprovechadas por tener una "arquitectura singular".

Coruña Futura nació como un proyecto a largo plazo en el que el Gobierno local inició un proceso participativo para conformar una idea común a todos los sectores de la ciudad. El propio rector por aquel entonces, Xosé Luis Armesto, colaboró en aquel momento junto a investigadores universitarios en el proyecto.