Gloria González Fortes es de Pontevedra, estudió en la Universidade de Santiago y, en 2010, firmó su primer contrato como investigadora en la Universidade da Coruña. A partir de ahí, se fue especializando en el ADN antiguo, por lo que tuvo que irse, ya que en España no hay laboratorios para analizar las muestras, estuvo en York (Inglaterra), en Postdam (Alemania), y, actualmente, trabaja en Ferrara (Italia). Su idea es poder volver, por lo que ha iniciado el proyecto de montar un laboratorio de ADN antiguo en A Coruña, por ahora, tiene ya el espacio y el material.

- Acaba de publicar un estudio sobre el genoma en la península ibérica, ¿qué revela?

-Hace años que vengo trabajando en la colaboración de la UDC desde la Universidad de Ferrara. Lo que hicimos fue analizar muestras prehistóricas del sur de la península ibérica, que tienen 4.000 años de antigüedad. Comparamos sus genomas con otras muestras antiguas europeas y también con muestras africanas. Detectamos que, en las muestras del sur de la península ibérica, hay una similitud genética con las africanas que no se da en otras muestras prehistóricas en Europa. Interpretamos ese resultado como la hibridación con individuos procedentes del continente africano y con una migración que tuvo lugar directamente hacia la península ibérica ya que los individuos que nosotros analizamos son híbridos entre peninsulares y africanos.

- ¿Por qué es importante ese descubrimiento?

-Es un estudio que tiene trascendencia en cuanto a que estos genomas africanos han contribuido a la diversidad genética que tienen hoy en día las poblaciones de la península ibérica y tiene también trascendencia en cuanto al estudio de la prehistoria de la península ibérica. Esta ruta, a lo largo del estrecho de Gibraltar, es algo que se venía debatiendo entre los arqueólogos en base a las similitudes que habían encontrado de cerámica o de utensilios en los yacimientos de la costa andaluza y del norte de África, en la zona del Magreb, pero no había una prueba de que esa similitud fuese por azar o de que hubiese una influencia. Este estudio confirma que sí hubo contacto y descendencia común a las dos.

- ¿Estas coincidencias se sitúan solo en el sur de la península ibérica o se extienden más allá?

-En las muestras que analizamos, de hace 4.000 años, es más evidente en el sur. No es que en las otras esté ausente este componente africano, pero sale con más frecuencia en el sur. Con el paso del tiempo, esta presencia africana se extiende a toda la península ibérica. Comenzó en el sur, en la zona que está más cerca de la costa africana, y se extendió a medida que la gente se fue desplazando.

- ¿Saben las razones de la migración? ¿Por qué cruzaron el Estrecho?

-No lo sabemos porque no conocemos cuándo se dio esta migración. De la prehistoria africana sabemos muy poco. Esas muestras son de individuos híbridos, tienen una componente genética claramente europea y, además, tienen aportación africana. Esto no quiere decir que tengan un padre africano y una madre europea, esa mezcla ocurrió generaciones antes de los individuos que nosotros analizamos, no sabemos cuántas. Para saberlo necesitaríamos muestras más antiguas de esa zona, pero hoy por hoy no las hay. El problema es que en Andalucía, muchos de los yacimientos están bajo el nivel del mar.

- ¿En la población gallega hay también rastros de esa influencia africana?

-No comparamos estos individuos antiguos con la población gallega o andaluza. En cuanto a individuos actuales, puedes saber su nacionalidad pero no su región de origen por protección de datos. Las muestras genéticas disponibles que hay no podemos clasificarlas por regiones, por lo menos, hasta ahora. En cualquier caso, la componente africana, por estudios anteriores a los nuestros, está en toda la península, no se quedó solo en el sur. Si hay diferencias entre Galicia y Andalucía, no lo puedo decir, porque tendríamos que estudiar a los antepasados de estos individuos, porque si la muestra está en Galicia pero sus abuelos o sus padres son andaluces... Nacer en Galicia, a nivel genético, no nos dice nada.

- ¿Antes pensaban que la población africana había llegado más tarde o que no lo había hecho por el Estrecho?

-Lo que sabíamos era que el homo sapiens estaba en África y que llegó a Europa y colonizó el continente europeo hace unos 40.000 o 50.000 años. Parece que parte de la parte oriental del continente africano, alcanza la península arábica, a través de Anatolia, y siguiendo el curso del Danubio, llega a Europa. Lo que nosotros detectamos es que hubo una migración posterior, con un recorrido distinto y que viene directamente desde África a la península ibérica. Es una migración menor, son pocos individuos. El porcentaje que aportan en estos genomas es bajo. No sabemos cuándo, pero sabemos que fue hace algo más de 4.000 años. Si analizamos la población europea actual, la ibérica tiene un porcentaje de ADN africano más alto que el resto. Se pensaba que venía del periodo islámico, de la época del Al-Ándalus. Lo que dice nuestro estudio es que, si bien hay un aporte de esa época, hay un porcentaje de esa presencia africana que es mucho más antiguo.

- ¿Cómo va la idea de tener un laboratorio de genética antigua en la UDC?

-Estamos en ello. Ninguna de las muestras utilizadas en este estudio fueron analizadas en España porque no hay ningún laboratorio dotado con la tecnología necesaria para extraer ADN de ellas. Estas muestras se analizaron en Alemania, otras muy relevantes, como las de Atapuerca tampoco han podido ser estudiadas aquí. La UDC nos ha dado el espacio para el laboratorio, que tiene que estar aislado, ya que no vamos a hacer análisis de muestras actuales sino que vamos a dedicarnos exclusivamente a las muestras antiguas. Nosotros, a través de financiación de proyectos del ministerio, lo hemos dotado de la maquinaria necesaria y estamos trabajando para empezar a producir datos desde aquí.

- ¿Cómo consiguen las muestras de habitantes de hace 4.000 años?

-En la UDC, los proyectos que hemos hecho de ADN han sido con muestras humanas, pero también de osos cavernarios, de cuevas de O Courel, que están datados en 40.000 años de antigüedad. Esas muestras forman parte de la colección de restos fósiles del Instituto de Geología. Otros restos en este trabajo son de Andalucía, de arqueólogos que los tienen en custodia porque están trabajando en los yacimientos. Otras veces, son muestras de museo y otras, pueden estar en cajas en un almacén.