Los vecinos de ocho asociaciones de la ciudad pedían un acuerdo para aprobar los presupuestos de este año, pero los grupos políticos mostraron ayer, una vez más, que el entendimiento es casi imposible. Ante el llamamiento de la ciudadanía, la contestación es el enfrentamiento entre la oposición, que culpa al Gobierno local de no negociar, y el Ejecutivo municipal, que pide al PSOE que recapacite y que vote a favor de las cuentas el próximo lunes en la sesión plenaria.

La portavoz socialista, Yoya Neira, apuesta por gestionar las transferencias a entidades, como las asociaciones vecinales, y las inversiones en obras en los barrios a través de cambios en el presupuesto del año pasado, que está prorrogado, y reprocha que el Gobierno local prometa hacer en cuatro meses -hasta la elecciones- lo que no ha hecho, dice, en el resto del mandato. "No es problema de aprobación o no del presupuesto sino que el que se aprobó tuvo un bajísimo nivel de ejecución y, por tanto, un déficit de gestión importante", denuncia.

Pese a lo tajante de la negativa, fuentes municipales piden al PSOE que no busque "réditos electorales" con la gestión pública. "Castigar a la ciudadanía no es la solución", critica el Gobierno local, que también apela a una posible rectificación. "El lunes pueden permitir que la ciudad tenga presupuesto", animan desde el Ejecutivo. "Los vecinos muestran mucho más sentido común y responsabilidad que los grupos de la oposición, que ponen los intereses partidistas por encima de la ciudad", denuncia Marea Atlántica, que subraya que ni PP ni PSOE presentaron ideas al proyecto de cuentas que presentaron y que llevarán a pleno el próximo lunes. El Gobierno local se suma a la visión de las asociaciones vecinales de que hay "numerosas inversiones en riesgo" y remarca su "apoyo" y "comprensión" a las entidades.

La portavoz del PP, Rosa Gallego, apunta a un solo culpable de la situación: el Gobierno local. "La falta de responsabilidad y la incapacidad de tener las cuentas en tiempo y forma tiene un responsable claro", criticó la popular, que aseguró que su grupo conoció las cuentas la semana pasada. Gallego dice entender la preocupación de los vecinos pero echa balones fuera y afirma que "las víctimas de esta situación somos los coruñeses".

La concejala del BNG, Avia Veira, también señala al Gobierno local como "primer responsable" de que no haya cuentas en este ejercicio por no negociar, dice, con los grupos y recuerda que desde su grupo "siempre negociamos, siempre hicimos aportaciones y siempre pensando en la ciudad".

Las ocho entidades vecinales que el miércoles decidieron pedir a los grupos un acuerdo para tener presupuestos para este año acababan ayer de perfilar el escrito que enviarán a los grupos políticos. Convocados por O Castrillón, Eirís, Matogrande, A Gaiteira, Os Mallos, Labañou y A Zapateira se sumaron al llamamiento, que finalizará con una concentración ciudadana a las puertas de María Pita el lunes, antes del pleno. Dos entidades vecinales más mostraron ayer su interés en la reclamación y, de confirmarse que se suman a la reclamación, supondrían, en total, la mitad de las asociaciones de la ciudad.