Cabify ha recurrido los expedientes sancionadores que la Xunta inició hace unas semanas a algunos de sus vehículos por actuaciones ilegales, como no llevar el distintivo de servicio público o frecuentar zonas de ocio nocturno para atraer clientes. Unas prácticas que la compañía de coches de alquiler con conductor niega. "Ninguna de estas sanciones es real, por lo que hemos recurrido. Y como ha pasado en todas las ciudades en las que operamos, ganaremos", expone el director general de Cabify para España, Mariano Silveyra.

La compañía de VTC manifiesta que "es una pena que exista esa persecución". "El Ayuntamiento no entiende que lo que hacemos no es ilegal, no hay infracciones. Ahora es pronto porque acabamos de llegar a la ciudad [Cabify empezó a operar en A Coruña el pasado diciembre] pero dentro de un año esto no ocurrirá", vaticina Silveyra.

La Xunta expedientó a dos vehículos de Cabify por no portar la placa de servicio público reglamentario. Se trata de un distintivo adhesivo que facilita su identificación a los viajeros, profesionales y servicios de inspección. "No es obligatorio llevar esa placa", apunta el director general de la compañía en España. Además, la Policía Local realizó inspecciones y remitió un informe a la Dirección Xeral de Mobilidade con propuestas de sanción a coches con licencia VTC que fueron detectados recogiendo pasajeros en zonas de ocio nocturno cuando solo pueden transportar viajeros previa contratación. "La captación ilegal es un engaño. Un conductor tendría que estar con un cartel, por ejemplo, para oferta su servicio. Esto no pasa. Además, en caso de que ocurriese, Cabify no cobraría el trayecto y el viajero no tendría garantías. Es algo que no tiene sentido", expone Mariano Silveyra, quien defiende que "tener la aplicación abierta dentro del vehículo no es ilegal".

Basándose en las experiencias en otras ciudades, el director general de Cabify en España tiene la certeza de que ganarán estos casos tras recurrir. "Estas sanciones no tienen ningún sentido ni fundamento jurídico. Estamos ante un Ayuntamiento nuevo que tiene presiones pero esto ya nos ha pasado en otras ciudades, como Madrid o Barcelona, y vamos a ganar", concluye.