El vecino que acudió el pasado lunes al escaño ciudadano para denunciar la falta de descanso que sufren los vecinos del Orzán, José Luis Méndez, se queja de la "falta de control" que existe en la zona sobre el ocio nocturno, no solo de los locales sino también de las personas que hacen botellón en los portales y "ponen música o se llevan sus guitarras" y de los que se toman sus consumiciones en la calle, aunque las hayan comprado en un bar. "Algunas zonas, como la calle Socorro, llevamos treinta años así. No podemos dormir tres noches a la semana y así no se puede vivir. Ahora hay más zonas afectadas que hace diez años, porque hay locales en la Cormelana, en Perillana, en la calle Vista... Necesitamos un trabajo continuo, de control de los locales. Estamos hartos de llamar a la Policía Local y de que no venga", explicaba ayer a este diario José Luis Méndez, que asegura que, en una de las noches en las que no podían descansar, llegaron a medir 72 decibelios dentro de un dormitorio en un quinto piso. "Es como si enciendes la televisión y la pones a todo volumen y pegas la oreja", describe Méndez. "Esto no se soluciona con una redada antes de las elecciones sino con medidas como prohibir beber en la calle y con ser estricto en su cumplimiento", dice.