La investigadora coruñesa Tamara Barreiro decidió estudiar el humor en los nativos americanos y chicanos para su tesis, que presentó en la Universidade da Coruña y que le ha llevado a romper con los estereotipos y conocer otras culturas que incluso tienen similitudes con la gallega.

- ¿Cómo se estudia el humor?

-Yo me he centrado en cuatro funciones para entender por qué estos grupos étnicos utilizan el humor y no otra forma para contar sus historias. Uno de los factores más importantes es la resiliencia, la capacidad que tienes cuando te encuentras una experiencia negativa para sobreponerte y muestras un buen carácter. También está la crítica social, el humor para acercarse a otros y la derrocación de las jerarquías sociales para dar importancia a culturas que están más menospreciadas. Siempre se juega con esa contradicción. En muchos de los texto que yo estudié, estos grupos utilizaban el humor para acercarse a otros grupos, a crear alianzas.

- En la actualidad, los límites del humor en cuanto a crítica social están muy presentes. ¿Comparte esta postura?

-El humor es un tema complejo y polémico porque te puede servir para acercarte a una persona pero también te aleja. Nos tomamos el humor desde la propia experiencia así que depende mucho de cómo lo use la persona y cómo lo interprete quien lo lee o lo escucha. Me pareció interesante ver cómo nativos americanos y chicanos utilizan el humor como forma de protesta hacia lo que les pasa, sobre todo ahora teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo en Estados Unidos con las políticas de inmigración. Me gustaría ver si todos estos aspectos que he estado estudiando se podrían aplicar a otras comunidades.

- ¿Como la gallega?

-Sí. Es muy curioso porque, aunque en mi tesis no hablo de Galicia, sí hablo de retranca. Algo tan gallego y tan definitorio de la cultura gallega también lo tienen los nativos americanos. Hay un parecido razonable entre ambos.

- ¿El humor es clave en la sociedad?

-Por supuesto. No debe faltar. Es muy importante aunque no siempre es fácil. Estos grupos étnicos que he tratado hablan de cosas muy duras como racismo, subordinación, situaciones de pobreza o violencia. Se sienten marginados. Pero me parece precioso que hablen de cosas muy duras desde el humor. Intentar quitarle hiero al asunto, superar las cosas y no quedarse en una posición de víctima. Solo el humor permite hacer eso, superar situaciones muy duras.

- ¿Y a qué se deben las diferencias que se dan en el humor?

-El humor es muy cultural. De hecho hay que conocer muy bien una cultura para poder reírte de sus chistes. El humor está muy influido por la historia, el clima, el lugar en el que vives y las relaciones con otros grupos. Como los gallegos, que somos más irónicos, y aunque te puedas reír con otros tipos de humor, al final es donde te sientes cómodo. Es lo que has vivido siempre.

- ¿Entonces los nativos americanos no son tan serios como nos muestra Hollywood?

-Para nada. Y eso que los nativos americanos han tenido una historia durísima en Estados Unidos, por eso tienen un humor más irónico y sarcástico. Los estereotipos que nos ha vendido Hollywood son un nativo americano muy estoico y serio. En los años 90 cambió un poco y la línea tiró más hacia el paternalismo, aunque siempre desde la perspectiva del hombre blanco. En el caso de los chicanos, siempre han sido figuras de objeto de burla o estereotipo de criminal.

- Para su estudio, además de en la literatura y el cine, se ha basado en los videojuegos. ¿Qué buscaba con esto?

-Creo que el estudio de los videojuegos todavía no está muy bien visto pero, a la vez, es un reflejo de nuestra cultura. Recomiendo Never alone y Guacamelee.