Una panadería de la ciudad ha inventado el concepto de reparto en marcha. Además de entregar el pan a domicilio, lo hace a los vehículos. En particular, a un autobús que recorre la calle de acceso del negocio a diario sobre las diez de la mañana por lo que el dependiente de la panadería sale a la puerta y entrega la barra de pan bien fresca al piloto, que llega a casa cuando acaba su horario laboral con la compra hecha.