Cuenta María Lemos, la directora de la consultora Adapta Social, que la medalla europea al mérito en el trabajo fue un orgullo, que no se habían presentado a ninguna convocatoria sino que fueron los propios miembros de la Asociación Europea de Economía y Competitividad los que se fijaron en su labor, en todas las cosas que hacen desde esta esquina del mundo para hacer un poco más fácil la vida de los que se han encontrado dificultades por el camino, y los que decidieron distinguir su iniciativa.

"El premio reconoce, dentro del espíritu empresarial, a los que han fomentado el desarrollo económico pero desde una perspectiva social. Cada año desde hace diez promueven las iniciativas que, aunque son empresas, revierten en la sociedad y en el bienestar social", comenta Lemos, cuya labor está enfocada exclusivamente a "mejorar la vida" de las personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social " a través de programas y servicios de carácter preventivo y de intervención".

Llevan 19 años en A Coruña diseñando proyectos tanto para entidades públicas como privadas. Una pata de su trabajo es la participación social a través del arte, otra es la sensibilización y formación y, la última, la cooperación internacional vinculada al desarrollo, cuyas actuaciones se realizan mediante una ONG que está vinculada a esta empresa en la que trabajan siete personas.

"La empresa, como entidad de economía social, dedica los beneficios íntegros de cada ejercicio más el 1% de la facturación anual y el 1% del salario para poder financiar los proyectos de la asociación. Desde 2010 tenemos un proyecto en Etiopía, en el que gestionamos acciones destinadas a la infancia con discapacidad en los orfanatos de Adis Abeba", describe Lemos que reconoce que Adapta Social fue pionera en Galicia en la economía social, ya que fue la primera en definirse como una empresa que operaba en el ámbito mercantil, pero centrada en personas que, por una u otra razón, estaban fuera de los márgenes de la vida normalizada.

Esta medalla no tiene dotación económica, aunque es, según explica Lemos, "un reconocimiento" a su trabajo, a su día a día haciendo que la población afectada encuentre una rendija por la que colarse para estar un poco mejor.

"Una de las cosas que han valorado es que somos una empresa que busca a otras empresas para que financien los proyectos para que los usuarios nunca tengan que pagar. Nos han valorado este esfuerzo de conseguir que las actividades siempre sean gratuitas", relata Lemos, que ha dejado el sello de Adapta Social en programas apoyados por Naturgy, Repsol, la fundación María José Jove. "No solo los grandes son visibles, también las iniciativas pequeñas como la nuestra tienen cabida, lo que pasa es que nuestros clientes son muy grandes y eso nos da proyección", comenta Lemos, aunque no niega que, "la satisfacción" para los que forman Adapta Social es trabajar como lo hacen, "poniendo siempre el protagonismo en los destinatarios, intentando siempre mejorar su calidad de vida", resume.