Las previsiones están abonadas a la inconcreción en el caso de la reforma de la avenida Alfonso Molina, una de las intervenciones capitales en la ciudad que asume cada Gobierno estatal pero apenas avanza. Hace casi un año que fue aprobado el proyecto de trazado y las tres partes específicas en que se divide continúan en fase de redacción, según informa el Ejecutivo central a través de una respuesta, de este mes, a una pregunta del grupo parlamentario del Partido Popular. La actuación contaba con una partida de tres millones de euros en el presupuesto de 2018 elaborado por el PP y el proyecto contable del PSOE que fue tumbado la semana pasada reducía la cuantía de 2019 a solo 100.000 euros ante la imposibilidad, alegó el Ejecutivo central, de comenzar las obras por la fase en las que las heredó del PP.

El primer proyecto atañe a la mejora de la capacidad de Lavedra; el segundo, a la integración ambiental de la avenida; y el tercero, a la pasarela de Pedralonga, la parte por la que comenzaría la reforma de Alfonso MolinaAlfonso Molina. Los tres "se encuentran en redacción en la actualidad", de acuerdo con la respuesta del Ministerio de Fomento, aunque la subdelegada del Gobierno, Pilar López-Rioboo, aseguró a finales del mes pasado que el proyecto de Pedralonga ya está "redactado y en fase de supervisión" para poder sacarse a concurso a lo largo de este año y, según los plazos previstos de tramitación, iniciar las obras en 2020.

López-Rioboo añadió que el proyecto constructivo sobre la ampliación de Alfonso Molina estaría finalizado este año, en el que también se llevarían a cabo las expropiaciones de bienes y derechos y la licitación de los trabajos. La subdelegada no dio plazos de ejecución de este proyecto, como tampoco de la integración ambiental. Entre los tres absorben una inversión estimada de 19,1 millones de euros, casi el doble de lo previsto en 2014, cuando se puso sobre la mesa, durante el mandato popular, la reforma del principal vial de acceso a la ciudad. El coste de las obras correrá a cargo de Fomento y no de Audasa, la concesionaria de la AP-9, ya que el protocolo que las dos partes pactaron en 2012 para la financiación de la obra no se llegó a desarrollar.

La falta de avances definidos y de inversión considerable sobre la reforma de Lavedra causa una incertidumbre sobre el proyecto que también se traslada al Gobierno local. A finales del año pasado el Concello rechazaba comenzar a abordar las expropiaciones u otros trámites de su competencia al no tener conocimiento aún de los proyectos constructivos. El alcalde, Xulio Ferreiro, calificó el mes pasado de "tomadura de pelo" la inversión que el Gobierno socialista reservaba para Lavedra este año, 100.000 euros, en un documento que tumbó la oposición.