Los últimos datos del Instituto Galego de Estadística (IGE) datan del año 2017 y calculan en solo nueve los permisos concedidos para construcción de nuevos edificios en la ciudad. Más de medio centenar de licencias -un total de 52- se otorgaron para realizar rehabilitación de viviendas. Esta última cifra supone una recuperación de los datos alcanzados en 2002, con 56 autorizaciones, para renovar casas, pero, en cuanto a la obra nueva, es de las peores de las últimas décadas, con cifras solo más bajas en los años 2012, 2013, 2014 o 2016 en las que solo se aprobaron uno o ningún permiso durante todo el ejercicio. Una tendencia, la de la rehabilitación, que notan los arquitectos, que, a través de su colegio profesional, confirman que el sector "sobrevive" a través de este tipo de trabajos mientras que la obra nueva sigue estancada, con algún caso aislado y escaso. Los datos del organismo gallego mostraban a la ciudad en la segunda peor posición de aquel 2017, en cuanto a construcción solo tras Pontevedra, pero recupera posiciones en rehabilitación, por encima de Santiago y Vigo.