El cambio de catálogo del plan general, destinado a aumentar el número de edificios y elementos protegidos de la ciudad, recibe 69 alegaciones. El Observatorio, el edificio Citröen o la última rampa al mar de A Palloza son algunas de las fichas que incorpora el Gobierno local a la lista del documento aprobado en 2013. También varios conjuntos de edificios en varios barrios de la ciudad y a lo largo del Camino Inglés. Los 69 recursos quedan lejos de las 1.600 viviendas que, en opinión del PP, resultan perjudicadas de la modificación urbanística de Marea. Una de las alegantes es la Autoridad Portuaria, en contra de la protección que le otorga la nueva propuesta de catálogo a la lonja del Gran Sol, que condiciona la futura transformación de la fachada litoral.

El edificio Pou de la calle Fernando González y las instalaciones pesqueras eran las dos únicas construcciones sin proteger que, sin embargo, están dentro del álbum de referencia del Docomomo, una entidad mundial destinada a reivindicar y dar a conocer el patrimonio arquitectónico del siglo XX. Diseñada por Eduardo García de Dios y Félix Calderón Gaztelu en 1960, la inclusión en el catálogo de la lonja abovedada ha sido avalada por el Colexio de Arquitectos, que le rindió homenaje hace unos años.

"Es muy significativa y cuando el acceso al puerto estaba abierto, era una pieza que a los arquitectos y los ciudadanos nos llamaba la atención y que siempre gustó", comentaba el presidente de la delegación coruñesa, Roberto Costas, en octubre, cuando el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, le presentó la propuesta para aumentar los elementos amparados en el plan general. Con el cambio, que ha sido aprobado de manera inicial por el pleno, pasa a tener el mayor nivel de protección (monumental).

En su argumentación, el Puerto considera que el blindaje que se propone no es compatible con la explotación portuaria del edificio y que sería necesario un plan económico o de viabilidad. En terreno portuario estaba el edificio de Sanidad de la Marina, que se pudo derribar durante las obras de urbanización porque carecía de cualquier tipo de tutela por parte de la ordenación urbanística municipal.

La de la Autoridad Portuaria es una de las alegaciones al cambio de catálogo promovido por el Gobierno local y apoyado por la mayoría del pleno. El área de Rexeneración Urbana tiene ahora que responder a los recursos y elevarlo de nuevo a pleno para su aprobación provisional. La aprobación definitiva depende de la Xunta. Fueron un total de 69 alegaciones registradas, muy lejos de las estimaciones de afectados que realizó el PP, que se posicionó en contra y abrió una campaña para instar y ayudar a los vecinos a recurrir el conjunto de su contenido.

Los populares iniciaron una operación de buzoneo y asesoría en su sede local para promover alegaciones. En la rueda de prensa que ofrecieron por este motivo, la candidata a la Alcaldía, Beatriz Mato, y el ex edil de Urbanismo del Gobierno de Carlos Negreira, Martín Fernández Prado, advertían de que la modificación supondría "un obstáculo a los propietarios de los inmuebles que quieran invertir, reformar o rehabilitar sus viviendas". Consideraban que perjudicaba a 250 casas de 13 barrios. En total, 1.600 viviendas. Las alegaciones suponen un 4,13% de ese número.

El Partido Popular elaboró un modelo estándar de alegación -indepedientemente de la situación de cada vivienda- para recurrir la totalidad del cambio de catálogo, al que el recurrente solo tenía que añadir sus datos identificativos. En la carta que dejaron en los buzones de los vecinos, expresaban que muchos inmuebles que se quieren proteger "son de muy dudoso valor".