La Concejalía de Rexeneración Urbana rechazará la alegación presentada por la Autoridad Portuaria para no elevar la protección de la lonja del Gran Sol en el catálogo municipal y llevará a pleno la aprobación del documento tal cual está en la actualidad en esta ficha. El Puerto consideraba que el blindaje aprobado de manera inicial en noviembre no es compatible con la explotación portuaria del edificio y que sería necesario un plan económico o de viabilidad. El edil Xiao Varela reprocha a esa administración que busque solo la "rentabilidad" en un edificio que es patrimonio público y es firme en su defensa de garantizar que el inmueble no se derribe y que se respeten ciertas normas para su posible reforma.

"Estamos convencidos de que tiene un grandísimo valor y hay consenso con los técnicos", defiende el concejal, que denuncia que el Puerto "debería ser el primero en proponer que se respetara y no entra en discusión". Varela compara la reclamación de la Autoridad Portuaria al catálogo con el debate sobre los terrenos portuarios, acusando a su presidente, Enrique Losada, de "actuar como empresa" y no defender "el interés público".

El edil asegura, además, que la rentabilidad también podría estar garantizada con la "puesta en valor del patrimonio" a través de un turismo específico o con la "potenciación de la riqueza en su conjunto". Y es que Varela destaca que, al haber sido una lonja de subasta de pescado, el edificio tiene un gran espacio central, "muy versátil", que podría utilizarse en un futuro, como "espacio público" para disfrute de toda la ciudadanía.

De la misma opinión es el presidente de la delegación coruñesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), que defiende que la antigua lonja podría tener "usos polivalentes" y "es una pieza que forma parte del patrimonio y merece su respecto y catalogación". Además, no ve "incompatibilidad" entre el uso industrial o fabril de la nave con su catalogación que, añade, solo afectaría a las obras de reforma que se realicen, como las que se hicieron en su día para cubrir los laterales con los portones que luce actualmente. "Que esté protegido no quieres decir que no se pueda seguir utilizando", recalca el profesional, que subraya que lo importante es que la obra del arquitecto Félix Calderón, que data de los años sesenta, "perviva".

La de la Autoridad Portuaria fue una de las 69 alegaciones presentadas a la aprobación inicial del nuevo catálogo de bienes protegidos en la ciudad. Alrededor de la mitad, explican fuentes municipales, pertenecen a edificios residenciales y algunas incluso a los mismos. Pese a estas alegaciones similares, la cifra ha quedado muy lejos de las estimaciones de afectados -1.600- que realizó el PP, que impulsó una campaña para ayudar a los vecinos a recurrir el documento por afectar a varios inmuebles de viviendas.

Una vez que la Concejalía de Rexeneración Urbana resuelva la quejas presentadas, el catálogo volverá al pleno para aprobación provisional y será después la Xunta de Galicia la que ofrezca el visto bueno definitivo.