Al margen de críticas específicas, hay una traba general a la que todos los implicados apuntan y es la falta de concreción del plan general, por ejemplo, en las alturas que se pueden levantar en obra nueva. "No aparecen claras, no están grafiadas", denuncia el representante de los promotores, Juan José Yáñez, que considera que la normativa es "muy compleja" y el documento urbanístico "no es bueno técnicamente".

El propio concejal reconoce las "inconcreciones" del PXOM y destaca la de las plantas de edificios como de las más importantes y que afectan al trabajo del departamento municipal. Achaca el problema al anterior Gobierno local, del PP, que, en una medida "cobarde", eliminó las plantas en cada uno de los inmuebles al estallar la polémica del fuera de ordenación, una norma eliminada que planteaba un número máximo de alturas una vez los edificios existentes se derribaran.

Los funcionarios trabajan con "criterios", como el ancho de la calle donde se construiría el edificio, si está en un cruce o la cercanía al mar, para discernir el número de plantas, lo que no convence a los empresarios inmobiliarios. Yáñez considera que debería haber, para cualquier tipo de duda con respecto a la interpretación del plan general, una comisión integrada por empleados públicos, Colegio de Arquitectos u otros expertos para que las resolvieran. Y añade que tendrían que publicar sus resoluciones en un boletín oficial de manera pública. "Si están claras las cuestiones, todo el mundo sabría a qué atenerse", sostiene el portavoz de los empresarios.

El presidente de la delegación coruñesa del Colegio de Arquitectos de Galicia, Roberto Costas, también insiste en que algunos aspectos de las ordenanzas municipales "no están claras" por lo que es cierto, dice, que hay cierta aplicación de "criterios".