Huele a quemado en Peruleiro. El olor es más intenso, aún desagradable, en Camiño do Pinar, una suerte de calle estrecha de asfalto irregular y sin aceras que nace en la avenida Peruleiro y termina en Manuel Deschamps, con solares vacíos, parcelas con maleza y una decena de casas unifamiliares, la mayoría abandonadas y objeto de okupación, alguna en ruinas. Una de estas, escondida al fondo de un callejón sin salida, ardió el domingo por la noche a consecuencia de un incendio que los bomberos tardaron más de dos horas en apagar y controlar y que la Policía Nacional investiga. Porque vecinos del mismo camino aseguran que el fuego fue intencionado.

Un testimonio, el de una mujer que habita como okupa el inmueble contiguo al que ardió, aseguraba ayer que la pareja que vivía irregularmente en la casa había prendido fuego porque estaba obligada a dejar el lugar. Otros testigos interrogados por el 091 admiten que escucharon una discusión entre un hombre y una mujer que salieron corriendo de la vivienda al originarse el incendio. Una vecina que vive en la avenida Peruleiro recordaba que dos horas antes de que llegaran los bomberos vio desde su ventana, extrañada, cómo salía humo del tejado de la casa incendiada. Y otra que también prefiere no dar el nombre y que tuvo que ser desalojada de su vivienda explicaba que vio salir con una maleta, ya apagado el fuego, al hombre que ocupaba el foco del incendio.

Unos y otros pasaban ayer por delante del número 9 de Camiño do Pinar, o porque son vecinos o porque la noche anterior habían presenciado el fuego desde lejos o por curiosidad. "Desde el verano por lo menos había okupas dentro", cuenta Cristofer Piñeiro, camarero del local Cazolo Furado.

"Estaban en esa casa y en dos de al lado y también los hubo en otra más abajo y los hay en una a la que se entra por la avenida Peruleiro. El dueño de otra casa vacía de la calle viene a veces para tenerla vigilada para que no entre nadie", detalla una de las vecinas. "Los he visto entrar y salir desde hace tiempo", interviene un hombre de paso por el camino, que añade que los okupas no han causado problemas de convivencia en el barrio.

El incendio se produjo en un recóndito enclave del lugar que dificultó el trabajo de las unidades de bomberos desplazadas el domingo. Un equipo accedió por la avenida Peruleiro, el otro tuvo que hacerlo por la calle Almirante Mourelle a través de un terreno en pendiente lleno de vegetación y muy próximo a una casa que sí está habitada. Hace unos años hubo otro fuego en el mismo camino, donde hoy solo hay escombros.

Dos vecinas recordaban ayer un lejano plan de urbanización en la zona, que corrobora el presidente de la asociación vecinal del Agra do Orzán, Ricardo Seixo. "Con [Francisco] Vázquez y los que vinieron después se habló de reurbanizar todo, acabar con estas casas, que son los únicos vestigios que quedan en el barrio de casas antiguas, y dejar una zona verde. Nada de eso se hizo. Lo último que se ha dicho sobre estas viviendas es restaurarlas e integrarlas en el Parque del Agra. Que ahora haya okupas es una realidad, por el estado en que están las casas. Y si marchan unos, volverán otros", comenta Seixo.