La causa del colapso de la Oficina de Denuncias de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Lonzas el pasado sábado por la mañana, durante la que la espera de los usuarios para ser atendidos fue de tres horas, se debieron según la Delegación del Gobierno a la baja de un agente, que se solventó por la tarde con la incorporación de cuatro personas. Para este organismo, se trató de un problema ocasional, aunque los sindicatos policiales rechazan esa versión y atribuyen el problema a la mala gestión del personal disponible y a su escasez con relación a las necesidades.

Estas fuentes admiten que un agente no pudo acudir a su puesto de trabajo el sábado por la mañana, pero destacan que se sabía desde el jueves y que no se tomó ninguna medida para suplirla. De este modo, en ese turno solo quedaron dos policías que tuvieron que tramitar las detenciones de cuatro personas, lo que demoró el resto de las gestiones. Por la tarde prestaron servicio un subinspector y un policía de prácticas, mientras que por la noche hubo un subinspector y tres agentes, uno de los cuales podría haber cambiado de turno, ya que además es conocido que la acumulación de trabajo se produce por las mañanas.

Los sindicatos añaden además que la plantilla de las oficinas se denuncias se redujo en un tercio en los dos últimos años y que en ese periodo no se incorporó ningún agente. También recuerdan que la prometida reapertura de la oficina de la Jefatura Superior los fines de semana no se llevó a cabo, así como el refuerzo de la Unidad de Familia y Mujer, que atiende los casos de violencia de género.